Ficha película

Título:
Aceras de Nueva York
Director:
Edward Burns
Intérpretes:
Edward Burns, Heather Graham, Stanley Tucci, Brittany Murphy, Rosario Dawson, Dennis Farina, David K
Calificación:
Crítica

La “gran manzana” –que es como se le llama a la ciudad de Nueva York, un auténtico y voraz gigante urbano que es capaz de engullir y hacer suyas cualquiera de las manifestaciones étnicas de cualquier parte del planeta tierra- es el escenario para que Edward Burns, un guapo atípico de Hollywood que no se ofusca con la fama o el dinero, se doctore en su faceta como realizador; “Los hermanos McMullen”, “No mires atrás” y por supuesto, la refrescante “Ella es única” fueron películas dirigidas con más vivacidad que acierto en mucho casos, pero se apuntaban maneras en todas estos filmes, que tenían un sello muy especial. Como actor ha coqueteado con el star-system en películas como “15 minutos” o “Salvar al soldado Ryan”, demostrando que su capacidad interpretativa superaba con mucho los dones de su bien agraciado físico.
Su nueva película como guionista-actor-director, tiene un formato original, moderno y contemporáneo, mezclando elementos más propios del documental que de la ficción, intentando mostrar una fragmentaria realidad emocional en la más compleja ciudad del mundo y su empeño llega a crear un puzzle entre todas las etnias que pueblan Nueva York -italianos, latinos, judíos, anglosajones...- que interactuarán azarosamente para buscar el auténtico significado de la vida, y lo que es más difícil, del amor.
Aunque el planteamiento sea interesante y el guión esté soberbiamente escrito –sobre todo por algunos diálogos y elementos de comedia que satirizan concepciones y situaciones típicamente machistas, como el tamaño del pene-, la realización llega a ser demasiado pretenciosa, sobre todo porque entra en una dinámica híbrida entre el lenguaje cinematográfico y el televisivo de la que no sabe salir. Y es una lástima, porque con un poco más de comedimiento y falta de pretensiones –intentando emular en muchos casos al gran Woody Allen y sus peliculas ubicadas en Manhattan- habría sido un film a todas luces encomiable, divertido e interesante. A pesar de sus faltas, Burns no solo ha demostrado su gran capacidad a la hora de dirigir actores, sino además un considerable refinamiento y acierto como guionista. Incluso la película tiene momentos en la dirección que le hacen brillar notablemente.
Por supuesto, otro de los elementos fundamentales del film es la interpretación, ya que todo se articula en base a una serie de personajes que “narran” sus experiencias sexuales a la cámara, comparando las expectativas, ideas y logros de cada uno de ellos, interculturalmente hablando. Quizás ahí haya radicado el mayor acierto de Burns: sin enjuciar razas o creencias, todos persiguen lo mismo, ya que la historia de la humanidad se repite, desde Tombuctú a Nueva York. Los referentes, pues, de Altman en su “Vidas Cruzadas” y de Woody Allen en películas como “Delitos y faltas” están claros... aunque si sigue pulimentándose así, Burns quizá pueda convertirse en el nuevo cronista cinematográfico de Nueva York, con sus grandezas y sus miserias, que no son otras que las del hombre en cualquier otra acera de cualquier otra ciudad del mundo...


Federico Casado Reina



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