Ficha película

Título:
Sin noticias de Dios
Director:
Agustín Díaz Yanes
Intérpretes:
Demian Bichir, Victoria Abril, Penélope Cruz, Fanny Ardant, Gael García Bernal, Emilio Gutiérrez Cab
Calificación:
Crítica

El esoterismo y las relaciones con el cielo y el infierno han sido siempre una piedra de toque importante en la historia del cine, enfocadas desde mil ópticas, cada una más delirante que la anterior. Quizás la fábula más bonita –sin ánimo peyorativo- jamás trazada en la historia del cine sea la de Frank Capra en “¡Qué bello es vivir!”, donde Clarence, un ángel que ha de ganarse sus propias alas, tiene que ayudar a George Bailey a comprender el auténtico significado de la vida. Algo parecido sucedió en la Berlanguiana “Bienvenido Mr. Marshall”, donde un narrador oculto nos mostraba las pequeñas vidas de los habitantes de Villar del río como si fueran vistas en un microscopio, en sus ansias por recibir de los americanos los mayores regalos a su paso por un pueblo manchego convertido en una sucursal de Antequera.
Precisamente en esta misma clave de fábula amable intenta situarse Díaz Yanes en su siguiente film tras la excelente “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto”; un boxeador sonado que aunque no es malo del todo ha hecho de las suyas, está a punto de morir y tanto el cielo como el infierno deciden disputarse su alma ante los problemas que ambos lugares post-mortem tienen: el cielo se halla casi despoblado, debido a que ya casi nadie entra por méritos propios y el infierno, además de estar en el límite de su capacidad, ve acercarse peligrosamente un golpe de estado. De esta forma los dos mejores agentes serán mandados a la tierra para conseguir el espíritu del púgil perdido, al precio que sea.
El guión escrito por Díaz Yanes es brillante, además de originalísimo, tanto por los giros argumentales que tiene, completamente sorprendentes, como por unos diálogos absolutamente agudos y salpicados de un sentido del humor tan irónico como cómplice con el espectador. Como además Díaz Yanes ha contado con un reparto de auténtico lujo –nuestras dos actrices más internacionales en este momento están absolutamente geniales, sobre todo Victoria Abril, un auténtico monstruo de la interpretación que se crece en el duelo con Penélope Cruz por conseguir el alma de Bichir...- el resultado final es sencillamente apabullante, eso sin contar con el verdadero recital que dan todos los secundarios, desde la siempre elegante Fanny Ardant como el nervioso Gael García Bernal. Otro de los aciertos de Díaz Yanes ha sido la factura del film, recreando un cielo, un infierno y un mundo real que aunque entroncan con lo que todos esperamos, tienen un punto de originalidad hasta ahora nunca vista.
El único problema es la excesiva “humanización” de los componentes divinos e infernales: al principio del film el realizador exige un cierto “pacto” –y no precisamente con el diablo- para entrar en la historia que nos cuentan. Y el problema es que debido a esa “personalización” de todo quizás no se entre, aunque es muy fácil hacerlo. Yo personalmente, entré, y una vez hecho esto, resulta una película muy entretenida, divertida, dirigida y montada con gran ritmo, pulso y habilidad. Un producto con formato internacional capaz de traspasar fronteras y convertirse en un interesante referente tanto por su cuidadísima producción como por su sagaz parábola sobre el bien y el mal.


Federico Casado Reina



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