Ficha película

Título:
Solo Mía
Director:
Javier Balaguer
Intérpretes:
Paz Vega, Sergi López, Elvira Mínguez, Alberto Jiménez, María José Alfonso, Ginés García Millán.
Calificación:
Crítica

La originalidad de este proyecto ha consistido en mirar de frente a una problemática muchas veces oculta, o simplemente obviada por la incomodidad de la misma: los malos tratos domésticos. Lúcidamente, los guionistas han desligado temas como la marginalidad, la depresión económica o la falta de educación de esta dramática situación, planteada en el ámbito de un matrimonio de jóvenes triunfadores, supuestamente perfecto; él es un exitoso creativo publicitario, sensible, guapo, moderno... ella es una preciosa secretaria, capaz, resuelta, vigorosa... entonces ¿qué es lo que no funciona? ¿Porqué él termina por pegarle a ella?
Esta reflexión, que planea por toda la película, no termina de explicitarse, y la forma de llegar a tan brutales consecuencias, enmarañando sentimientos confusos y encontrados, resulta sencillamente inexplicable para el espectador que siente una gran decepción por no poder estructurar correctamente el interesante y terrible armazón argumental del film. Por otra parte, el guión articulado en varios tiempos cinematográficos a través de un estilismo algo pedante y pretencioso, no termina de funcionar, al no encontrar las motivaciones de los personajes en muchos casos. Aunque con buenas intenciones, todavía al director se le nota verde para llevar la batuta de una película, a pesar de su gran experiencia como ayudante de dirección para realizadores del prestigio de Manuel Gómez Pereira, por ejemplo; dicha inexperiencia también se traslada a una pésima dirección de actores que desaprovecha a la sevillana Paz Vega y a un siempre excelente Sergi López, que ahora está convertido en un niño gritón de diálogo casi ininteligible y registro indudablemente sobreactuado.
El resto de la película es una crónica bastante negra y cruel sobre el acoso que un exmarido somete a su esposa, a la que considera directamente otra de sus posesiones: la determinación de la mujer será fundamental para romper el férreo lazo que el hombre se empeña en tener sobre ella, al precio que sea. Es una lástima que con un planteamiento tan original, los resultados hayan sido tan pobres, sobre todo por la necesidad de esta película que sin duda cumple –y podría haberlo hecho muchísimo más- una función social que plantee la reflexión de todas esas desgraciadamente corrientes salvajadas y tropelías psíquicas y físicas que se cometen al amparo del “amor del hogar”, convirtiendo el paraíso de una relación donde se comparta todo, en un verdadero infierno de egoísmo, violencia y egocentrismo, casi siempre machista, que anula por completo la personalidad del otro cónyuge. Y lo que resulta ya penoso es el final, tan concluso como falso, en un intento moralizante francamente ridículo donde cada uno parece que recibe de la vida lo que merece. Muy buenas intenciones, algunos aciertos parciales –como el bolero “Solo mía” de Clara Montes- pero al final, un resultado demasiado pobre.


Federico Casado Reina



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