Ficha película

Título:
Intacto
Director:
Juan Carlos Fresnadillo
Intérpretes:
Leonardo Sbaraglia, Eusebio Poncela, Antonio Dechent, Elena Anaya, Mónica López, Max Von Sydow.
Calificación:
Crítica

Pocas veces hemos visto que los primeros trabajos de un director tuvieran tanta resonancia a nivel internacional. El joven realizador canario Juan Carlos Fresnadillo vivió un verdadero sueño cuando el primer cortometraje que dirigió fue nominado al Oscar, e incluso vendió a Miramax los derechos de su primer largometraje, que ahora acaba de dirigir. La presencia de actores brillantes –desde el argentino Sbaraglia hasta el siempre eficiente Poncela o el mítico intérprete sueco Von Sydow-, un guión sugerente, un formato visual impactante y muy contemporáneo y para terminar, una estrategia de marketing apabullante han sido las cartas que Fresnadillo ha tenido en las manos para arrasar... pero al final, ha perdido la apuesta.
La cinta plantea la existencia de una sociedad secreta, que vive obsesionada con el azar: la gente arriesga hasta las pestañas con tal de sentir el vértigo del juego, con la adrenalina fluyendo libremente. Cuando el preferido por el mayor jugador del mundo cae en desgracia, convirtiéndose en un ángel caído, se plantea una oscura venganza sobre su mentor escogiendo al único superviviente de un espectacular accidente aéreo, sobre el que parece residir toda la suerte del mundo. El problema del director –también guionista de la historia- es no haberse centrado en lo verdaderamente importante de la misma, dando más importancia a los elementos puramente estéticos y circunstanciales –eso sí, cada una de las “partidas” son un prodigio de imaginación y realización- que a la estructura dramática de la historia, que queda totalmente deslabazada sobre una galería de videoclips a cada cual más rebuscado y manierista –diseños de producción incluidos, banda sonora tramposa y demás recursos facilones-. El empeño de demostrarnos que estamos ante el nacimiento de un nuevo Amenábar se hace demasiado irritante, y dichos esfuerzos terminan por empalagar al espectador, que cansado de tantos efectismos, trucos, diseños y una fotografía digna del más sofisticado de los anuncios, se aburre soberanamente ante la falta de acontecimientos que no terminan de pasarle a un protagonista, nunca mejor dicho “con cara de póker”.
No podemos dejar de reconocer que el film –en realidad, como todas las películas- tiene varios aciertos que pueden resultar brillantes, pero desgraciadamente, la tónica general es demasiado pedante, demasiado irrisoria e irritantemente pretenciosa –demasiadas horas de cineclub, me temo- llegando a exasperar en una resolución tan ridícula que ni siquiera el mayor prócer del surrealismo se habría atrevido a meterla en una película, que encima, no tiene ni adquiere ese tono en ningún momento. Aunque se le apuntaban maneras, Fresnadillo ha demostrado que o bien no le han dejado hacer la película que realmente quería –algo por otra parte normal en un director primerizo- o bien que es un enorme y bien camuflado “bluff”.


Federico Casado Reina



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