Ficha película

Título:
La Maldición del Escorpión de Jade
Director:
Woody Allen
Intérpretes:
Woody Allen, Helen Hunt, Dan Aykroyd, Dan Aykroyd, Charlize Theron, Brian Markinson, Wallace Shawn,
Calificación:
Crítica

Teníamos que haber sospechado algo cuando Allen, el genial Allen, el mismo taciturno y huidizo director de culto que rechazaba las invitaciones a la ceremonia de entrega de los “Oscar” aceptó participar en la promoción de su última película por todo el mundo: ¿acaso ha podido Spielberg –de origen judío, como el propio Allen- domesticar su mordaz e irónico sentido de la vida al ser el productor de este film? ¿Es que ahora las películas de este director necesitan un cierto marketing, cuando hasta ahora –al menos en Europa- se vendían solas? Por muchas cábalas que hagamos, el hecho es que algo ha cambiado en la obra de este director. Probablemente ahora convendría recordar aquel dicho popular de “cambiarlo todo para que nada cambie”, que es mas o menos lo que ha sucedido: actores taquilleros –algo que ya usó en el pasado este director-, cine negro –también usado-, trama sobrenatural –como en “Zelig” o “Alice”-... y mucha publicidad, algo completamente diferente en la filmografía, vida y obra de este realizador.
Pero entendámonos: “La maldición del Escorpión de Jade” es genuino cine de Woody Allen, con todos los guiños, giros y tópicos propios de tan peculiar director. Esa es la mayor grandeza y la mayor miseria del film, ya que no podemos decir ni que está bien, ni tampoco que está mal, porque todo lo que vemos ya lo hemos visto en la anterior obra de Allen, que nunca llega a sorprender en esta película tremendamente predecible: en los años míticos y puramente norteamericanos años cuarenta, el investigador privado de una compañía de seguros –que por cierto, debería ya estar jubilado, porque Mr. Woody está bastante talludito para el clásico detective tipo “Sam Spade” que intenta ridiculizar...- es fortuitamente hipnotizado por un charlatán de salón que consigue en realidad que el preclaro sabueso cometa varios y espectaculares robos. A partir de entonces y luchando por mantener su inocencia, descubrirá sus verdaderos sentimientos hacia una nueva directora de personal, que le hostiga por su machismo y por su propia misoginia.
El formato del film es un calco de las cintas más clásicas del clarinetista hipocondríaco de Manhattan, y el diseño de personajes es tan rico como acostumbra este genial autor... pero el problema es que hacen exactamente lo que esperamos que hagan, tratándose de Allen: no sorprenden en ningún momento, y los ingeniosos diálogos se solapan como cabría esperar en cada una de las secuencias del film.
Como incondicional de Allen en casi toda su trayectoria –a excepción de su época “bergmaniana” de “September”, “Otra mujer” y demás...- disfruté de muchos diálogos y momentos divertidos, pero eso no me impidió ver que o se renueva, o este director que tanto nos deleitó en el pasado, se puede agotar... y creo que ya llegó le llegó la hora de asistir a los Oscar, que ahora parece que tiene que vender, como todo el mundo.


Federico Casado Reina



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