Ficha película

Título:
El Beso del Dragón
Director:
Chris Nahon
Intérpretes:
Jet Li, Bridget Fonda, Tcheky Karyo, Laurence Ashley, Burt Kwouk, Cyril Rafaelli.
Calificación:
Crítica

Muchos lloramos la desaparición de Bruce Lee; su carisma como actor sólo era comparable a su impresionante destreza en las Artes Marciales, capaz de dejar realmente estupefacto al espectador con su enjuta musculatura, su menuda talla y sus peculiares gestos, que teatralizando una interpretación más “occidental”, llegaba hasta el último de los que veían sus películas y que salían de las mismas con la impresión de haber estado dentro de un parque temático dedicado al kung-fú, una disciplina de lucha desconocida hasta mediados de los setenta y que la figura del malogrado actor oriental popularizó mundialmente.
Podríamos, así, llegar a decir que el primer colono del cine de Hong Kong en Estados Unidos fue Bruce Lee, aportando una original visión a las producciones de acción que fueron rápidamente asimiladas por Hollywood, convirtiéndolas en un recurso económico más que rentable. Muchos han sido los supuestos “herederos” de la idiosincrasia de Lee, desde Jackie Chan, orientado ya a la más descarada comedia –véase las últimas “Shangai Kid” o la saga de “Hora Punta”- hasta otros muchos que en absoluto alcanzaban las cotas del llamado “pequeño dragón”. Hasta que, como pasa con las manchas de las moras, que se quitan con otra encima, ha llegado otro “pequeño dragón”, tan hábil como Lee y quizás más expresivo: Jet Li.
Sus titubeantes inicios en Hollywood –“Arma Letal 4”, “Romeo debe morir”- continuaban una dilatada experiencia en el cine asiático, donde era ya una incuestionable estrella; pero ahora, y con producción y guión del francés Luc Besson –un verdadero especialista en el cine de acción con el sello “Hollywood”, como en “Nikita”, “León, el profesional” o “El quinto Elemento”- ha entrado por la puerta grande, con una película que respeta argumentalmente los elementos de las películas de Lee –un misterioso luchador llega a un país que no conoce y tiene que luchar ante todos los que le hostigan- y que aún supera los momentos cumbres de acción. Incluso el sentido del humor, que salpicaba las antiguas películas y la personalidad de Bruce Lee, ahora también ha sido justamente heredada por Jet Li, que consigue encajar la misma fórmula con igual naturalidad, ya que sus gestos a veces superan la torva mirada de Lee, con más expresión si cabe.
Una impresionante producción y un guión sólidamente escrito tiene también una factura realmente excelente para crear un producto final no solamente honesto en sus planteamientos –es sencillamente, y nunca mejor dicho, acción pura y dura- sino que huyendo de manierismos digitales tipo “Matrix”, es capaz de articularse como una película de acción de toda la vida, respetando las estructuras clásicas, pero recuperando dignamente las artes marciales para un género que ya las echaba en falta, harto ya de los hábiles luchadores pero pésimos actores como Chuck Norris y Steven Seagal. Por todo ello, nos congratulamos ante el que será el incuestionable estrellato de Jet Li en el cine de acción: se lo merece.


Federico Casado Reina



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