Ficha película

Título:
Venus
Director:
Roger Michell
Intérpretes:
Peter O’Toole, Leslie Philips, Vanesa Redgrave, Richard Griffiths, Jodie Whitaker
Calificación:
Crítica

Fue uno de los grandes títulos –con derecho propio- en la pasada edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, y también ha cosechado en los más prestigiosos premios de todo el mundo reconocimientos como la nominación a los globos de oro y los oscars para O’Toole. No me resulta en absoluto sorprendente, ya que Michell, un hábil manipulador de sentimientos y emociones como ya demostró en películas tales como El intruso –con un Daniel Craig aún no convertido en James Bond- o Al límite de la verdad –en una visión alterada del llamado sueño americano-, en esta ocasión navega por el nada fácil terreno de la nostalgia y el recuerdo, saliendo airoso de la finta con una historia entrañable y dura a la vez: la de dos mediocres actores casi jubilados en Londres que reciben a una insolente jovencita de ambientes rurales, y uno de ellos empieza a desarrollar una serie de afectos hacia ella tan turbulentos como sus propios recuerdos, haciéndole sentirse vivo quizás por última vez.
Para el papel sobre el gravita todo el film, se ha contado nada más y nada menos que con el mítico intérprete de Lawrence de Arabia, el gran Peter O’toole, que compone a un cínico y frío personaje, capaz de revisar en lo más profundo de sus propios recuerdos para volver a descubrirse a sí mismo a través de una chica inexperta y egoísta, pero que consigue introducir un soplo de aire fresco en su tediosa vida. Ese canto del cisne que parece dar el personaje protagonista de esta fábula tragicómica con notas románticas, parece una traslación propia del mismo O’Toole, a quien toda una trayectoria interpretativa –que podría haber sido sustancialmente diferente de no existir una cierta fijación por los vapores etílicos- le ha servido para demostrar su gran calidad artística.
La corrección y el empleo de una factura adecuada en la historia la hacen bastante ágil, impidiendo el tedio en todo momento; no obstante, la visión a veces televisiva del film –con un ritmo que quizás podría haberse mejorado en el segundo acto, sin llegar a cargar las tintas sobre la nostalgia, algo inherente en todo telefilm que se precie- lastra cierta parte del desarrollo argumental, pero termina remontando en una resolución francamente preciosa, que invita a la reflexión pero que evita cualquier tono doliente de melancolía. La réplica del propio O’Toole es una brillane Jodie Whitaker a la que se le abrirán las puertas de la producción internacional con este gran personaje, tan odioso como entrañable.
Una película excelente, que además le pudo haber valido al ya septuagenario Peter O’Toole su Oscar al mejor actor.


Federico Casado Reina



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