Ficha película

Título:
Alpha Dog
Director:
Nick Cassavetes
Intérpretes:
Emile Hirsch, Justin Timberlake, Bruce Willis, Sharon Stone, Ben Foster, Antón Yelchin, Dominque Swa
Calificación:
Crítica

Demasiada moralina. A este actor, director e hijo de los famosos actores John Cassavetes y Gena Rowlands le ha gustado siempre cargar las tintas en sus películas –John Q, Atrapada entre dos hombres y Volver a vivir- a la hora de mostrar una situación y los problemas que pueden tener unas determinadas posiciones a la hora de solucionarlos: en este film lo vuelve a hacer, pero de una manera aún más evidente e incluso infantil, casi postulando los peligros del ocio, el exceso de dinero, y la búsqueda de una vida fácil más allá del trabajo. Los protagonistas del film son un grupo de amiguetes, eternos adolescentes –aunque todos están por encima de los treinta o treinta y cinco años- que viven el sueño americano a base de traficar con droga en los barrios pijos de California, hasta que un buen día todo ese castillo de naipes, deportivos, fiestas desmadradas, chavalas espectaculares y cachondeo sin fin se viene abajo de la manera más brutal.
Salvando ese tono paternalista que Cassavetes adopta en el film, otro gran escollo a superar es el regusto innegablemente norteamericano que tiene la película, y que tiene poca capacidad de exportación cultural: Timberlake ya lleva unos años pasar su estrellato de la canción a la pantalla (¿se estará quedando afónico?) y en esta ocasión hace una voluntariosa, aunque fallida interpretación de chico malo, eso sí arropadísimo por un demasiado otoñal Bruce Willis y una Sharon Stone resucitada del monumental fracaso de Instinto Básico 2. A nivel cinematográfico, el pulso que utiliza el realizador es completamente inadecuado para la historia, que resulta literalmente eterna en un ritmo lentísimo y que se estira indefinidamente hasta un metraje evidentemente excesivo. Todo el planteamiento de la historia podría haberse abreviado notablemente, y lo realmente interesante de la historia –esto es, adaptarse ante una nueva realidad económica y vital cuando se les acaba el chollo del tráfico de droga, que tan bien plasmó Steven Soderbergh en Traffic a través del papel de Catherine Zeta-Jones- ocupa bastante poco en el desarrollo dramático de la historia, por no hablar de una conclusión tan predecible como infantil –recordemos, con esa moralina digna de un cuento de Disney-.
Si hablamos de ese quebrado sueño americano, que tan bien plasmara Bret Easton Ellis en la novela Menos que cero, en la que unos jóvenes tiraban por la calle de en medio para seguir el tren de vida que tenían por sus padres, creo que se podría haber tocado de una manera mucho más sutil e inteligente, sin llegar a los topicazos con que nos encontramos en esta historia, desde los niños mimados que no piensan en nada más que su dosis diaria de bienestar hasta los narcos que quieren apropiarse del negociete.


Federico Casado Reina



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