Ficha película

Título:
El Laberinto del Fauno
Director:
Guillermo del Toro
Intérpretes:
Ivana Baquero, Sergi López, Maribel Verdú, Ariadna Gil, Alex Angulo, Doug Jones, Manuel Solo
Calificación:
Crítica

...O como mezclar el tocino con la velocidad. Es como si a Lewis Carroll le hubieran metido en una prisión turca y allí hubiera escrito Alicia en el País de las maravillas. Vamos a ver si nos aclaramos: las fábulas -al menos que yo sepa- se hacen para los niños, al igual que los cuentos. Por tanto, han de tener un determinado tono, una formulación, y una serie de recursos. Pero ¿Se imaginan contar Blancanieves con una madrastra que es sadomasoquista y tortura a la pobre protagonista, mientras que los enanos son asesinos en serie condenados en el corredor de la muerte, y el príncipe resulta ser Hannibal Lecter de jovencito? Pues algo así es El Laberinto del Fauno, donde un mágico cuento infantil se mezcla con la más cruel y salvaje mirada a la posguerra civil española, ideológicamente cargada, y donde los malos y los buenos tienen el mismo punto maniqueo de las películas Disney, solo que con mucha, muchísima más sangre, visceras y un toque gore que casi haría sentir arcadas a Tarantino.
En cuanto a la historia, el guión escrito por el realizador de Cronos sitúa a una niña, Ofelia, en el nuevo matrimonio de su madre con un capitán del ejército fascista, destinado a un molino para acabar con la resistencia de los maquis ocultos en 1944 en los montes españoles tras la Guerra Civil, y su madre a punto de darle al malvadísimo capitán un deseado retoño. Claro que la niña parece haberse comido una tortilla de tripis, porque ve paralelamente a la realidad un mundo imaginario lleno de hadas, faunos, sapos gigantes y toda una galería de seres mágicos...que al parecer tienen que ser aceptados por los espectadores de manera tan natural como otros personajes reales del film como el médico del pueblo o la criada de los nuevos señores.
Visualmente alucinante, incluso superando anteriores cintas del mexicano como Hellboy, el problema del film es que hay que hacer un pacto desde el principio para tragarse la historia, y desde mi modesto parecer, el revisionismo político de la historia de un país no casa demasiado con la magia. ¿Como se tomarían los mexicanos que se hiciera una revisión del episodio en El Álamo si resulta que la resistencia norteamericana fueran vampiros y los ejércitos mandados por el general Santa Ana tuviera de asesor a Van Helsing? Algo gratuito, desde luego. ¿Acción? Si, la hay y de la buena, con alucinantes persecuciones a caballo por los montes y momentos de gran tensión. ¿Magia? También existe, y espectacularmente rodada y resuelta. ¿Crítica ideológica y revisión histórica? Ni les cuento, con la propia opinión de Del Toro hacia la Historia de España en cada fotograma. Lo que sucede -y sospecho- es que el orondo director mexicano habría situado la acción en España, Francia, Italia o Madagascar con tal que le hubieran financiado la película, independientemente del guión, que variaría caprichosamente dependiendo del lugar de producción (el propio D. Guillermo reconoció que El Espinazo del diablo y el film que nos ocupa casi tenían el mismo guión...).
Una verdadera lástima, porque la brillantez de algunos momentos del film, así como la impresionante factura de esta película -y los millones que ha costado- deberían haberse aprovechado en un mejor producto, más cercano a los espectadores de todo el mundo, y con un target -un palabro que encanta a los publicistas y expertos en marketing- mucho mejor enfocado, porque a priori, ni a los niños se les debe contar una fábula mágica en medio de tiros, sangre, torturas y aberrantes monstruos políticos de posguerra, ni a los adultos se les puede trufar de cuentos infantiles un episodio tan serio, brutal y cruel como la Guerra Civil Española.


Federico Casado Reina



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