Muy a la zaga de la anterior cinta -en concreto, la animación de muñecos tridimensionales de plastilina-, los creadores de "Wallace & Gromit" han realizado un auténtico homenaje a todas las cintas de prisiones y escapes, sólo que ubicadas en un gallinero: unos malvados granjeros tienen bien aseguradas a un gran número de gallinas que obigatoriamente tienen que poner huevos, so pena de ser sacrificadas. Todos los intentos de fuga resultan infructuosos, y la situación se pone peor cuando la malvada Sra. Tweedy compra una máquina de hacer empanadas de pollo, para todas aquellas que no puedan satisfacer sus expectativas. Pero todo se arregla con la llegada de Rocky, un gallo norteamericano que insuflará esperanzas en el maltrecho corral. Con un sentido bastante aguzado de la comercialidad, y con un guión verdaderamente bien elaborado, Park y Lord consiguen una gran complicidad con unos personajes realmente divertidos, espectacularmente bien trazados y con toda la sutil carga social que requiere el tema de la opresión.
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