Ficha película

Título:
Domino
Director:
Tony Scott
Intérpretes:
Keira Knightley, Mickey Rourke, Edgar Ramirez, Delroy Lindo, Christopher Walken, Mena Suvari, Lucy L
Calificación:
Crítica

Cuando uno ve esta película, casi inmediatamente se hace la siguiente reflexión: ¿a quién va dirigido el cine? O aún mejor: ¿qué se pretende con el cine? Tony Scott, hermanísimo del también británico Ridley Scott –Alien, el 8º pasajero, Blade Runner o Gladiator- siempre ha realizado películas interesantes, a pesar de su comercialidad, porque desde El Ansia hasta incluso Top Gun, El último Boy Scout, o Enemigo público, todas ellas tenían algunos hallazgos brillantes, sobre todo a nivel visual, ya que Tony Scott, al igual que su hermano, viene de la publicidad y la creatividad suele rebosar en sus filmes.
Ahora Tony Scott tiene 62 años, y se ha precipitado, ufano, a hacer un producto de entretenimiento para el público joven menos exigente, consumidor habitual de MTV y videoclips, y sencillamente, se ha pasado: la sobredosis de imágenes chulas, la fotografía publicitaria y la realización mas o menos creativa –que resulta impresionante al arranque del film- termina por cansar a la hora de contar la historia de un grupo de cazarrecompensas –esa figura tan cinematográfica que aún existe en Estados Unidos- en el que está Domino, una chica dura de verdad, a pesar del frágil y femenino aspecto de la actriz elegida para dar vida a tan singular personaje, Keira Knightley.
Basada en la historia de Domino Harvey, hija del actor Lawrence Harvey, y cazarrecompensas en la realidad, Tony Scott ha intentado hacer una especie de homenaje al personaje con una narración tan trepidante que llega a resultar incomprensible en muchos casos. Además, el guión del excelente Richard Kelly –Donnie Darko- no consigue hilvanar esta especie de vómito de imágenes descontroladas que en muchas ocasiones se convierte la cinta, llegando a saturar al espectador y haciéndole perder el norte. Como producto comercial, busca un público ávido de nuevas sensaciones en las salas de cine, pero se ha notado demasiado la intención de Scott en gustar y hacer interesante la historia de la ya fallecida Domino Harvey, en un planteamiento erróneo, puesto que la vida de esta chica ya es fascinante sin necesidad de florituras audiovisuales. Pero siendo justos, Scott consigue introducir un original e irónico sentido del humor en muchas secuencias, recordando en algunos casos a Amor a quemarropa, solo que en un lenguaje mucho más desquiciado, a compás de las tendencias visuales del siglo XXI. Desgraciadamente, en Estados Unidos no ha funcionado tal y como imaginaron los productores del film, recaudando solo 10 millones de dólares –cuando su presupuesto es de 50- y ello demuestra que lo importante de una película no es afanarse en gustar, sino sencillamente contar una historia interesante.


Federico Casado Reina



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