Ficha película

Título:
Bodas por encargo
Director:
Nisha Ganatra
Intérpretes:
Heather Graham, David Sutcliffe, Taye Diggs, Sandra Oh, Sarah Chalke, Cheryl Hines
Calificación:
Crítica

¿Hasta cuando van a estar las grandes productoras norteamericanas explotando siempre lo mismo? Muchas veces se establecen tendencias dentro del audiovisual que llegan a resultar de lo más tediosas, por el desesperado intento de explotar hasta la última molécula de un tema que parece tener éxito: si funciona una serie de televisión sobre hospitales, ahora tenemos 20 películas de hospitales. Si están de moda los psicópatas, pues nada, series y filmes a manta para ver el que hace el maniaco más peligroso, y por supuesto, a ver quién es el policía más chulo y más inteligente. Ahora están de moda los treintañeros y sobre todo, las treintañeras con series como Sexo en Nueva York o Mujeres desesperadas ¿y que hay que hacer? Subirse al carro, sea como sea y eso es precisamente lo que han hecho con este film, que se une a los muchos ya realizados sobre una mujer madura, ejecutiva, capaz y libre, que se ve obligada a meterse en un mundo tan ajeno y hostil para ella como es el de las bodas.
Heather Graham, cuya errática carrera cada vez resulta menos atractiva, parece haberse olvidado de sus excelentes interpretaciones en Boggie Nights o Aceras de Nueva York, para irse a productos comerciales más facilones –como El Gurú del Sexo o Austin Powers- y que aunque no le darán un prestigio ni una fama internacional, seguro que le darán los dólares suficientes como para pagar su hipoteca y sus impuestos. Es una lástima, porque ha demostrado sobradamente que detrás de su físico angelical, esta chica puede ofrecer mucho más de lo que actualmente está dando. En la dirección de esta película la canadiense Nisha Ganatra intenta remozar lo mejor que puede el tópico guión de Tassie Cameron –responsable de muchas series televisivas como Paradise Falls o Degrassi: la nueva generación- pero lo único que consigue es hacer lo mismo que ya hemos visto en infinidad de ocasiones, tanto en televisión como en cine. Resulta auténticamente desesperante que tengan que darse convulsos movimientos en la taquilla y en la conciencia de los productores para que se den cuenta que han de seguir apostando por el talento y la originalidad, y que intentar buscar la taquilla fácil tiene un camino demasiado corto, que el público de tonto no tiene un pelo. Porque para ver esta película, solo tenemos que poner la televisión o repasar sin mucha hondura los dvds que tenemos en casa, porque seguro que encontraríamos más de un título clavado, clavadito a esta película. Una lástima, que la fórmula llegue a degenerarse tanto y que a nadie le importe renovar ni inyectar savia nueva a los productos comerciales, creyendo que si funciona ¿para qué cambiarlo?


Federico Casado Reina



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