Ficha película

Título:
Conejo en la luna
Director:
Jorge Ramírez-Suárez
Intérpretes:
: Bruno Bichir, Lorraine Pilkington, Jesús Ochoa, Adam Kotz, Alvaro Guerrero, Rodrigo Murray, Emma C
Calificación:
Crítica

Fue una de las películas más reconocidas por crítica y público en la pasada edición del Festival Iberoamericano de Huelva, tanto por su arriesgado guión como por su ágil realización, que ha demostrado con creces el dominio narrativo que posee Ramírez-Suárez; lástima que el jurado no reconociera de ninguna forma tales méritos, que estuvieron en boca de todos los asistentes a la muestra onubense. Porque este film, además tiene una excelente dirección de actores, que encajan en perfecta sinergia la parte británica y la parte mejicana. A modo de denuncia socio-política en la corrupción institucionalizada en un país como México –en el que es casi un referente hablar de este tipo de prácticas, sobornos, etc.-, el film toma derroteros del género ya descrito por Costa-Gavras, Pakula, y tantos otros realizadores que han aireado ostensiblemente muchos episodios de la historia norteamericana y de otras nacionalidades. Pero Conejo en la luna va más allá, puesto que utiliza una narrativa propia del más puro thriller, trazando una línea más propia del cine policiaco que del cine-denuncia, al que tan acostumbrados nos tiene la producción de Latinoamérica. En cambio en este film, la forma de conectar con el espectador no es doliente, ni siquiera moralizante: los personajes son lo que son, y actúan como tales, con un representativo mundo interior que obedece a su propia historia, avanzando en sí mismos: una joven pareja compuesta por una chica inglesa y un hombre mejicano, entra casi sin saberlo en un turbio asunto inmobiliario muy poco legal y aún menos recomendable y cuando todo se va al traste, toman al pobre chico como chivo expiatorio, destrozando su vida y su familia, y casi desatando un conflicto internacional entre el Reino Unido y el país azteca.
Resulta tremenda la reflexión sobre el estado de derecho y libertades civiles en México; viendo este film resulta más adecuado ir de forajido de la justicia, y no creer a los políticos y poderes públicos, que al final mirarán no por los intereses del ciudadano, sino por los suyos propios. Lo que resulta un poco chocante –máxime después de haber visto películas como El jardinero fiel, por ejemplo- es que en la cinta se ponga como modelo de seguridad en la justicia social a un gobierno como el británico, que parece ser la solución a todos los problemas. Independientemente de las connotaciones políticas, que están muy bien entresacadas, y tratadas con una irónica acidez, la película funciona a cada fotograma, y contiene unas excelentes interpretaciones entre las que destacan Bichir y Pilkington, los dos extremos a la hora de buscar la felicidad, y la supervivencia, uno latino y el otro anglosajón, pero ambos igual de válidos, porque al final, cuando la corrupción se establece en la normalidad, solo cuenta la supervivencia.


Federico Casado Reina



©2001. AndaluNet, Diseño y hospedaje de páginas Web