Las dos primeras ediciones del Festival de Cine Europeo de Sevilla nos dieron sobrada pauta de la gran calidad que existe en la actual producción cinematográfica en Alemania, con títulos que han traspasado holgadamente sus fronteras como El hundimiento, El noveno dia, Los Educadores, Napola o Good bye Lenin, y llegando a convertirse no solo en referentes para la crítica internacional y premios de festivales, sino incluso en grandes reclamos para la taquilla. Ahora nos ha llegado un film intenso, denso y que habla de una de las páginas obligatorias en la historia de ese país, solo que lo hace desde una óptica muy original, al igual que se viene haciendo de un tiempo a esta parte; igual que en El Hundimiento se habla de los últimos días en la vida de Hitler, la película que nos ocupa gira en torno a los últimos días de Sophie Scholl, un mítico personaje de la resistencia alemana contra el nazismo, que en 1942 fue detenida junto a su hermano por repartir propaganda contra el nacional socialismo en la universidad. La biografía de una de las líderes del movimiento llamado Rosa Blanca es completamente fascinante, pero Rothemund ha preferido centrarse en el duelo psicológico que la protagonista tenía con su captor, un oficial de la GESTAPO ante la inminente ejecución de la misma.
Nominado al oscar a la mejor película extranjera, el film tiene una gran cantidad de matices en una exquisita dirección de actores, y el ritmo del mismo consigue mantener la tensión prácticamente a cada plano, con uno de los más intensos duelos de miradas y gestos que hayamos visto en muchos años. Pero lo mejor de la cinta, es la profundidad y el calado dramático del mensaje central: la tenacidad en la lucha contra la injusticia y la fe ciega en unos ideales, aunque haya que pagar con la vida por ellos. Aunque tanto la televisión como el cine alemán se han acercado anteriormente a la biografía de Scholl, es la primera vez que un guionista ha podido contar con el material clasificado de los interrogatorios reales al personaje histórico, logrando una intensidad y una profundidad dramática en los diálogos realmente magistral. Fustigando muchos posibles fantasmas, esta página en la historia de Alemania merece ser contada por su trascendencia histórica y en muchos casos por su desconocimiento general. Una película realmente intensa, apasionante y en muchos casos, sorprendente al ver la personalidad de una convencida luchadora y pacifista, que combate con la única fuerza de sus ideas y demostrando que con el paso de la historia, ha prevalecido frente a la fuerza y la intolerancia.