Está claro que las nuevas tendencias en la comedia romántica, pasan por entroncar directamente con las familias, más que con los enredos; ya no es suficiente con un encuentro, una fortuita coincidencia, e incluso un plan para conseguir al enamorado. En la fórmula ya se incluyen a los padres de él, a los de ella, a los hermanos, familiares, amigos…vamos, un lío monumental, que casi obedece más a una comedia, que al romanticismo. No obstante, este film conserva la mejor tradición de los equívocos propios del género, aunque actualiza con la sociedad contemporánea norteamericana todos los tópicos en el amor: ahora las cosas ya no funcionan como antaño, sino que lo importante es el fin, independientemente de los medios. En este alocado contexto de psiquiatras, depresiones por madurez, y búsqueda de la felicidad, la protagonista del film intenta curarse sus propias neurosis con una psiquiatra, y en plena terapia, todo parece solucionarse cuando conoce a un chaval mucho más joven que ella. Entonces la terapeuta le recomienda que entre con el chico en una nueva fase de su propia vida… hasta que se entera que el chico en cuestión es su propio hijo, con lo que toda la deontología médica se va al garete cuando el instinto maternal surge con toda su virulencia. Ahora queda por definir…¿qué podrá más, la confidencialidad, el secreto profesional y médico, o bien la fidelidad a su propia familia? O mejor aún ¿a quién ser fiel, a su paciente o a su propio hijo?
Lógicamente, el gran activo del film son sus dos protagonistas, tanto Uma Thurman –que ya deslumbró en la comedia La verdad sobre perros y gatos- y por supuesto la polivalente Meryl Streep –desternillante en La muerte os sienta tan bien- que realmente bordan las secuencias en que están juntas, enfrentándose como dos leonas. El problema surge cuando el núcleo de la comedia intenta gravitar hacia otros personaje de menor peso específico –los secundarios, tan importantes en la comedia…- y no llega al nivel. Resulta paradójico que Younger, un realizador que logró un gran acierto con El informador, con un gran nivel coral de interpretación, ahora lo consiga articular bien esta comedia, que tiene todos los ingredientes justos para funcionar, y que además tiene un punto de vista muy original –más ubicado en el carácter femenino que en el masculino-. No obstante, aunque recientemente hemos visto a Jane Fonda enfrentada a Jennifer Lopez en La madre del novio, ver ahora a Meryl Streep contra Uma Thurman en este film es otro gran espectáculo que bien merece la pena presenciar, tanto por los registros cómicos de ambas actrices, como por los brillantes y chispeantes diálogos creados por Younger, y que conforman varias secuencias de lo más divertido, consiguiendo renovar un género que cada día parece más agotado en la producción norteamericana.