Ficha película

Título:
Asuntos Pendientes
Director:
Olivier Marchal
Intérpretes:
Daniel Auteuil, Gérard Depardieu, André Dussollier, Valeria Golino, Catherine Marchal, Francisf Rena
Calificación:
Crítica

Cada vez que veo una película de estas características, no tengo por menos que envidiar con todas mis fuerzas a la industria cinematográfica francesa y desear que el cine español se parezca cada vez más al cine galo. No se trata ya de que el público vaya a ver las películas, concienciado de fomentar su propio star-system, ni siquiera que el apoyo institucional sea asunto de prioridad nacional –como lo oyen-, sino que se hagan películas de esta calidad, este nivel de actuación, dramaturgia y acción, que en nada tienen que envidiarle a los clásicos del cine; es más, toman esos clásicos y los renuevas, haciendo avanzar el género. Igual que Mike Figgis realizó hace unos años Asuntos Sucios, con Richard Gere y Andy García, buceando en los entresijos de la policía y mostrando la corrupción de manera más cruda, Marchal va mucho más allá, demostrando que la policía es una empresa como otra cualquiera, y que también se provocan zancadillas para ascender y conseguir la fama y el dinero, solo que las consecuencias, en vez de ser unos cuantos folios escondidos o una grapadora estropeada, tienen que ver con la vida, la muerte, la traición o la cárcel: en el enrarecido ambiente de la policía parisina, dos comisarios antaño amigos, van a competir por un puesto de relevancia dentro del sistema, haciendo todo tipo de concesiones a la ética profesional con tal de llegar a su objetivo, por encima de todo.
Articulada como un simple thriller en toda regla, pero con gran efectividad, el film tiene en la interpretación uno de sus puntos fuertes, con participaciones estelares como la de André Dussollier o la otoñal Mylène Demongeot, realmente impresionante, en la piel de una antigua prostituta que ayuda a uno de los dos policías en su descenso a los infiernos. Pero sin lugar a dudas, el gran aliciente del film, además de un guión bien trazado y algunas secuencias de acción impresionantes, es el enfrentamiento de dos de los grandes pesos pesados del cine francés, Daniel Auteil y Gérard Depardieu, ambos pletóricos, sin defraudar en ningún plano del film, y decididamente alejados de las comedias francesas –como Salir del armario, donde también coincidieron- que les han hecho populares dentro y fuera de las fronteras francesas. El realizador, que proviene de la interpretación, ha demostrado que tiene talento no solo para actuar –reservándose un papel interesante en el film- sino también para dirigir y poder articular una historia policíaca tal y como ha interpretado en muchas ocasiones –incluso en la serie Brigada Central de Pedro Masó-, pero con las mejores claves del cine francés. Toda una gran película. Chapeau por el cine francés.


Federico Casado Reina



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