Ficha película

Título:
Spy Kids
Director:
Robert Rodriguez
Intérpretes:
Antonio Banderas, Carla Gugino, Daryl Sabara, Alexa Vega, Alan Cumming, Tony Shalhoub, Teri Hatcher,
Calificación:
Crítica

Tanto al realizador mejicano como a uno de sus protagonistas, el malagueño Antonio Banderas, este film les ha venido al pelo: por un lado han recuperado su credibilidad en el mundo de Hollywood –en el caso de Rodriguez, tras “The Faculty” y la interminable saga de “Abierto hasta el amanecer”, y en el caso de Banderas con los descalabres comerciales de “The Body” o “Original Sin”- y por el otro, han hecho más versátiles sus trabajos, llegando a un público aún mayor. Y es que “Spy Kids” casi podríamos decir que ha logrado destilar la fórmula perfecta para el llamado “cine familiar”, esa entelequia que durante tantos años parecía tener copada en el terreno de la animación la Disney, y que jamás logró trasladarlo a una película con personajes reales; es decir, una película que guste a los niños, pero que tenga un guión y una producción lo suficientemente inteligente como para también gustar –qué digo gustar..¡encantar!- a los adultos.
Ya sabíamos que Robert Rodríguez dominaba la imagen, y que amaba el cómic –memorables son los “story-boards” de “El Mariachi” y “Desperado”-; también sabíamos que en el género de la acción pocos realizadores habían en el planeta capaces de imponer un ritmo tan endiabladamente frenético y a la vez divertido. Bueno, pues si a todo ello unimos un guión animoso y bien resuelto, nos queda un film realmente cómodo de ver y mejor de disfrutar, como si fuera una enchilada bien condimentada y a la que nadie puede resistirse: una pareja de renombrados espías internacionales deciden dejar la vida activa para dedicarse a formar una familia. Cuando ya la tienen –con todos los consabidos problemas que surgen en la convivencia diaria y anhelando secretamente volver a vivir las aventuras- los dos antiguos agentes secretos serán secuestrados y sumergidos en una conspiración internacional para controlar el mundo. De esta forma sus dos retoños tendrán que madurar de golpe, conociendo las verdaderas identidades de sus padres y aprendiendo todo tipo de fintas y habilidades propias y exclusivas de los espías para salvar a sus progenitores y de camino, al planeta entero.
Es como si Rodríguez se hubiera convertido en un barman lo suficientemente hábil como para mezclar las dosis justas de James Bond, lo mejor –si es que lo hay- de la última tradición del cine “infantil” USA, los más nuevos videoclips, y la saga de “Misión Imposible”: ni le sobra, ni le falta nada. Merece la pena señalar un impresionante diseño de producción, así como unos efectos especiales que ya los quisieran algunas películas de acción más “serias”, sin olvidar la interpretación, realmente brillante, desde el malísimo e impagable Alan Cumming hasta Antonio Banderas, pasando por los niños protagonistas, realmente bien elegidos. Es un producto que balancea muy eficazmente los gustos infantiles, juveniles y adultos, en una mágica suerte donde lo más importante es la imaginación, la ternura sin llegar a la ñoñería –con un mensaje implícito realmente bonito y entrañable, en absoluto estúpido, como suele suceder en las películas norteamericanas “para niños”-, y un ocurrente sentido del humor que satiriza irónicamente toda la saga del espionaje cinematográfico.


Federico Casado Reina



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