Ficha película

Título:
Los dos lados de la cama
Director:
Emilio Martínez Lázaro
Intérpretes:
Ernesto Alterio, Alberto San Juan, Pilar Castro, Guillermo Toledo, Verónica Sánchez, María Esteve, L
Calificación:
Crítica

Una de las claves de la decadencia en el subgénero que se llamo comedia madrileña, y que nació con filmes como Opera prima y murió con otros como El baile del pato es intentar ser moderno, al precio que sea; todo sirve con tal de ser muy guay, muy enrollado y muy progresista. Creo sinceramente que tener una mentalidad contemporánea es precisamente no intentar demostrar que uno la tiene, dando total normalidad sin aspavientos a los temas supuestamente controvertidos. Ese era el gran acierto de El otro lado de la cama, no dar importancia a los líos entre las parejas, ironizando sobre la posesión y la madurez con gran acierto, sin intentar frivolizar innecesariamente. Ahora David Serrano –que ya demostró tener algo perdido el norte en el film Días de Fútbol, tanto escribiéndolo como dirigiéndolo- vuelve a pasarse con un guión que quiere ser el más moderno, el más guay, aprovechando la presunta polémica de los matrimonios y relaciones homosexuales; que cada uno tenga su propia opción sexual no es nada alarmante ni polémico, por eso cuando esta historia incluye elementos de sorpresa en este particular, resulta a todas luces ridículo, perdiendo el buen tono que se alcanzan con otras secuencias. Además, la incursión de temas musicales clásicos de los ochenta de Alaska, Loquillo, Tequila o Los Secretos no están tan bien encajados en la estructura dramática de la historia, con lo que no se llega ni de lejos al buen nivel de su película predecesora, y que se convirtió en un eje de referencia del cine español, continuando la buena línea trazada por Woody Allen con Todos dicen I love you.
En esta secuela, las actrices Natalia Verbeke y Paz Vega han sido las más listas, rechazando repetir sus respectivos papeles; el resto del elenco repite, a excepción de Lucía Jiménez y Verónica Sánchez, que ahora son las respectivas parejas de Guillermo Toledo y Ernesto Alterio; estas dos parejas están a punto de materializar sus compromisos, pero debido al affaire lésbico que mantienen las dos chicas, todo se va al traste. En plena depresión, los dos chicos conocen a una tercera en discordia, con la que también van a comenzar una especial relación los dos…montando un trío. Para remate, el personaje del taxista que vive feliz con su pareja, también verá planear la sombra de unos cuernos en su relación. O sea, que todo es un lío, que nadie está contento y que cuanto más liada la cosa, más divertida, más risas y más sorpresas. Aunque es cierto que el género de la comedia exige originalidad y sorpresa de planteamientos en la historia, una cosa es hacerlo con elegancia y tino, y la otra es tirarse a la piscina, desbarrando con frivolidad innecesaria sobre el engaño, la fidelidad o la orientación sexual. Y aún peor cuando se pretende postular con ello. Eso si que ya no tiene ninguna gracia.


Federico Casado Reina



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