Ficha película

Título:
Lutero
Director:
Eric Till
Intérpretes:
Joseph Fiennes, Jonathan Firth, Alfred Molina, Claire Cox, Peter Ustinov, Bruno Ganz
Calificación:
Crítica

Con casi tres años de retraso nos llega este film, idóneamente ubicado para las navidades por su envergadura –ya que es una gran superproducción europea de más de 20 millones de euros que en su factura no tiene nada que envidiar a ninguna película de Hollywood-, pero quizás algo desorientado por intentar mostrar la personalidad del creador del protestantismo precisamente en las Navidades. No obstante, es agradable ver que aún la vieja Europa es capaz de mantener cierto nivel de réplica al cine norteamericano, tal como Francia hizo algunos años con el biopic de Nostradamus.
Lógicamente, tanto éste como el film que nos ocupa tiene mucha más relación con los países de origen de los personajes, pero no obstante, se ha hecho un gran esfuerzo por humanizar a Martín Lutero en una historia que tiene más de estructura dramática convencional –un hombre obsesionado con una idea que lucha incansablemente por ella, aunque tiene en contra a todos los factores- que de una típica película que muestra la historia misma del siglo XV. Y ahí está su primer problema: fue tan grande la influencia de este personaje en la historia de la humanidad, que todo el trasiego argumental que tiene el film queda empequeñecido por la resonancia que las ideas de Lutero tuvieron en el catolicismo y en el cisma que se creó con la Iglesia de Roma. Otro de los grandes problemas de la cinta es la excesiva contextualización en Alemania, que a veces resulta poco extrapolable a otros países.
En el terreno de la interpretación, podríamos decir que el all star europeo está presente, desde Joseph Fiennes, hasta el veterano Peter Ustinov e incluso llegando a contar con la interpretación del mítico guionista Mathieu Carriére dando vida al Cardenal Cajetan; pero unos diálogos que van de lo innecesariamente grandilocuente hasta lo más puramente trivial describen a unos personajes algo deslabazados y poco creíbles. Es una lástima que un trabajo tan importante, en lo que podría haber sido la biografía definitiva de este personaje fundamental en la cultura occidental, se haya quedado en una realización de lo más convencional –de la mano de un especialista en la televisión- y una superproducción más orientada al mercado casi exclusivamente germano, que al propiamente europeo. Ese cisma, es precisamente el que hay que evitar, intentando crear un mercado europeo tal y como hace –o cree hacer- el cine francés, olvidándose un poco de mirarse al ombligo y mirando más allá para captar espectadores. Aunque es una muy digna alternativa a la cultura y películas norteamericanas que nos invaden en estas fechas, a veces se echa algo en falta que el director pensara en más espectadores y en más nacionalidades que la alemana.


Federico Casado Reina



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