Ficha película

Título:
Cinderella Man
Director:
Ron Howard
Intérpretes:
Russell Crowe, Renée Zellweger, Paul Giamatti, Craig Bierko, Bruce McGill, Paddy Considine
Calificación:
Crítica

Ya era hora. Aunque Howard ha demostrado un más que aguzado olfato comercial, hasta ahora no había hecho una película que además de atraer al gran público con campañas de márketing, y dorarle la píldora a los miembros de la Academia de Hollywood para ganar todos los Oscars, consiguiera una profundidad dramática interesante, creando una película interesante y con una visión personal. Ya lo intentó con el propio Russell Crowe en Una mente maravillosa, pero se le veía demasiado el plumero que iba caminito de los Oscars: biografía de personaje famoso, el sueño americano, etc.
Bueno, pues ahora repitiendo casi la misma fórmula, si que ha conseguido realizar un film brillante, lleno de matices y con unas excelentes interpretaciones, demostrando una madurez a la hora de dirigir a actores que hasta ahora no estaba presente en su filmografía.
Jim J. Braddock fue campeón del mundo de los pesos pesados, pero hasta llegar ahí, sufrió todo un calvario en plena depresión de los años treinta en Estados Unidos; sin dinero, con una mano rota y sin casi poder mantener a sus hijos, Braddock consigue volver al boxeo después de unos prometedores inicios, llegando a conseguirlo todo. Aunque esto suene sospechosamente a todas las películas propias de boxeadores -desde Idolo de barro a Toro salvaje, sin olvidar, claro, a toda la saga Rocky- lo cierto es que hay una evolución, más cercana a la genial Million Dolar Baby, pero sin llegar a tales honduras. No obstante, la película tiene un estilo propio, y tiene una factura realmente impresionante -especialmente la fotografía, que reproduce tanto el lujo como la miseria de la época del famoso crack de Wall Street y tiene momentos impresionantes, utilizando el fundido a blanco de los flashes como elemento dramático muy acertado en varios momentos-.
Además de la impresionante interpretación de Crowe, que está magnífico en el film, no sería de justicia olvidar a todos los secundarios, destacando Renee Zellweger y un excelente Paul Giamatti, al que ya vimos despuntar como actor de carácter en Entre copas. A pesar de su vocación claramente comercial, esta vez Ron Howard ha logrado su objetivo, trascendiendo a la taquilla en una película sensible sin ser sensiblera, tierna sin ser blandengue, y lírica sin ser pedante.


Federico Casado Reina



©2001. AndaluNet, Diseño y hospedaje de páginas Web