Ficha película

Título:
Guardianes de la noche
Director:
Timur Bekmambetov
Intérpretes:
Konstantin Khabensky, Vladimir Menshov, Valery Zolotukhin, Maria Poroshina
Calificación:
Crítica

Desde que la Unión Soviética desapareció, Rusia se ha reconvertido al capitalismo a marchas forzadas, cambiando radicalmente toda su economía, cuando no su propia sociedad y cultura. Esa misma revolución ha llegado finalmente al cine, en la que los productores rusos han intentando mimetizar las grandes franquicias de Hollywood como Matrix o El señor de los anillos en una nueva saga cinematográfica que con un presupuesto bastante más modesto que aquellas otras producciones made in USA, han logrado no solo un resultado similar en taquilla, sino una calidad a veces superior. Para comenzar cualquier saga fantástica que se precie, habremos de contar con un buen material literario de partida, como en el caso que nos ocupa, ya que las novelas de Lukyanenko han sido best sellers en todo el mundo, situando a la humanidad en el filo de un abismo en el que las fuerzas de la luz y la oscuridad se enfrentan desde hace miles de años para mantener una existencia pacífica y coherente de la naturaleza.
Este film es el primero de una trilogía, en el que el protagonista –al que muchas veces confundimos con Alejandro Amenábar, dado su parecido físico- es el elegido que habrá de suponer el caos o el orden en el mundo, dependiendo de hacia donde se incline, si a la luz o a la oscuridad. Ambos bandos están representados por seres sobrenaturales, vampiros y demonios en el caso de los malos, y brujos y hechiceros que se convierten en varios animales como tigres, osos o búhos, en el caso de los buenos. Pero lo más importante del film, lo que lo hace único y preciado, es el empleo de la inteligencia e imaginación: lógicamente, en una película rodada en Moscú los medios no son los mismo que cualquier cinta millonaria llena de estrellas de Hollywood, pero no tienen nada que envidiarle, ya que los actores están francamente creíbles –soberbios secundarios, por cierto- los efectos visuales son muy impactantes, logrados con gran creatividad –sin que por ello requieran de excesiva infografía o manierismos visuales inútiles- y como colofón, el lenguaje visual y el montaje sobrepasa en muchos casos a los pobres intentos de mezclar los videoclips y la publicidad en la gran pantalla; claro que la todopoderosa Fox ya se ha hecho con los derechos mundiales para su distribución –así controlan la explotación comercial de un producto no Hollywood que les podría hacer sombra al cine USA…- pero Timur Bekmambetov es un realizador que ha demostrado con creces una capacidad narrativa vista solamente en cineastas de la talla de Ridley Scott o David Fincher. Toda una excelente alternativa al cine fantástico norteamericano, donde la imaginación es la gran protagonista.


Federico Casado Reina



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