El filón de los cómics adaptados al cine parece no tener fin: si este verano ya disfrutábamos de una notable adaptación del personaje del hombre murciélago en Batman Begins, ahora nos llegan unos de los primeros personajes creados por la Marvel, una especie de familia de superhéroes que unidos por una mutación debida a unos rayos cósmicos, se convierten en los cuatro paladines de la sociedad norteamericana, muy a su pesar. Cuando el científico Reed Richards plantea una expedición espacial no contó con que la exposición prolongada a una tormenta cósmica provocara en ellos una mutación irreversible que les convertiría en suprahumanos. Siguiendo la línea argumental de los Ultimates -una de las colecciones más famosas de marvel recientemente escrita-, en la que el archienemigo de los 4F, el Doctor Muerte, va con ellos al espacio y sufre también la mutación, la película tiene una clara vocación ligera y únicamente busca el espectáculo, aunque se incluya la tormentosa historia de amor entre Reed Richards y Sue Storm, asi como la relación entrañable entre La Cosa y La antorcha humana. Este film ha sido una mera presentación, como si en televisión habláramos del capítulo piloto, porque en realidad no ha pasado nada: cada uno ha demostrado sus poderes, y se han sentado las bases de lo que podrá ser otra rentable franquicia para la Fox y la Marvel, como ya lo son los Xmen o para la Columbia Spiderman.

Lo que más llama la atención del film, como no podía ser de otra forma, son los efectos especiales, que son impresionantes -especialmente en las habilidades de Mr. Fantástico, capaz de estirarse y doblarse como si fuera de goma y con la Antorcha Humana, arde y lanza bolas de fuego-. En cuanto a la factura, parece que estemos en un videojuego, tanto por la fotografia como por una banda sonora excesivamente machacona y simplona, muy tópica.

Confieso que cuando vi las fotos de los personajes, me chocaron bastante: ¿Sue Storm, la prototípica ama de casa made in USA ahora es una latina -impresionante, eso sí- teñida de rubio? ¿El maduro Mr. Fantástico es un chavalote de cara aniñada? ¿No es la cosa demasiado pequeña en relación a su tamaño en el cómic? Bueno, pues todas estas diatribas se han visto solventadas en mayor o menor medida, porque su traslación a la gran pantalla no ha podido ser más creíble. Lo que me resulta paradójico, es que el director de una brillante película independiente como La Barbería haya terminado dirigiendo primero la versión USA de Taxi -la famosa producción gala de Luc Besson- y para remate, Los cuatro fantásticos, una clásica película comercial que cualquier director con ínfulas creativas hubiera rechazado. Únicamente Brian Singer ha logrado unir la comercialidad con una cierta trascendencia con los Xmen, y ojalá hubiera sucedido algo parecido con estos cuatro fantásticos, que son muy espectaculares, pero lamentablemente su primera película no es más que un caro juguete destinado exclusivamente al entretenimiento, cosa que consigue, pero que podía haber dado mucho más fruto.