Ficha película

Título:
Star Wars III, La venganza de los Sith
Director:
George Lucas
Intérpretes:
Hayden Christiansen, Ewan McGregor, Samuel L. Jackson, Ian McDiarmid, Natalie Portman
Calificación:
Crítica

Podríamos considerar a George Lucas más que como un buen director -que lo es- como uno de los mejores gestores de marketing y productores de la historia del cine, que ha llegado a convertir una mínima clausula de un contrato en un inmenso imperio mediático que genera millones de dólares. Por eso ver una película de Star Wars no es solo ver una película, sino asistir a un mega-anuncio de videojuegos, camisetas y merchandising vario; cuando ese anuncio-pelicula es denodadamente malo -como en el caso de La amenaza Fantasma- nos sentimos defraudados, indignados por haber traicionado la tradición de una mitología que ya es una de las más importantes en la historia del cine; pero en este caso, Lucas ha querido finalizar su epopeya galáctica con un broche de oro, y si bien es cierto que hay varias concesiones algo gratuitas en esta nueva entrega de Star Wars -por ejemplo, ¿porqué el senador Bail Organa prefiere a la niña en vez de al niño?- todo termina bien, encajado en la historia, y lo que es mejor, en un film bien realizado y bien resuelto. Aunque es cierto que el tono cambia en varios momentos -pasando de un tono ridículamente infantil, a otros tremendamente tenebroso- el cómputo general es bastante positivo: Anakin Skywalker ahora es un aventajado caballero Jedi, y lucha junto a Obi-Wan Kenobi en las guerras clon, intentando rescatar al senador Palpatine de manos de los separatistas. Padmé ha quedado embarazada y el misterioso Darth Sidious está a punto de dar el golpe de gracia a la República y convertirla en el primer Imperio, pero para ello deberá conseguir un nuevo aprendiz, que está a punto de caramelo para ser atraído al reverso tenebroso y terminar de golpe con todos los Jedis...
El despliegue visual es sobrecogedor, y desde el inicio del film nos quedamos literalmente pegados en el asiento con una de las batallas estelares que ya figuran en lo mejor de la historia del cine, pero lo digital -realizado impecablemente- llega a hastiar, en todos los sentidos: prácticamente a cada plano hay efectos de ordenador que dotan a la cinta de un toque innecesariamente artificial. Hay que reconocer un grandísimo nivel en la interpretación, a excepción de Ian McDiarmid, que será por el doblaje, o por su histrionismo, pero resulta a todas luces ridículo como malo-malísimoooo como el Emperador Palpatine. Quitando esos pequeños peros, es una muy digna película, llena de la mejor tradición de Star Wars, y con un toque oscuro que recuerda bastante a El Imperio contrataca.


Federico Casado Reina



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