Ficha película

Título:
Miércoles de Ceniza
Director:
Edward Burns
Intérpretes:
Brian Burns, Vincent Rubino, James Cummings, Elijah Wood, Pat McNamara, John Diresta, Edward Burns,
Calificación:
Crítica

Como dice el refrán, “si eres guapo, y con salero… ¿qué más quieres, Baldomero?” Bueno, pues algo así podríamos decir del director, guionista y protagonista de este film denso, farragoso y profundo, aunque parcialmente fallido en su destino. Ya desde sus comienzos Ed Burns prometía bastante, ya que en “Los hermanos McMullen” comenzó escribiendo y dirigiendo una serie de películas donde trazaba una irónica mirada no solo a instituciones como la familia o la amistad, sino que además revisaba toda la cultura norteamericana con gran acidez. Pero es que además resulta que el chaval es buen actor y encima guapo, con lo que se convirtió durante unos años en uno de los “chicos maravilla” del cine norteamericano, participando incluso como actor en grandes éxitos como “Salvar al Soldado Ryan”, “15 minutos” o más recientemente haciéndole sombra al mismísimo Dustin Hoffman en “Confidence”.
Como director, sus filmes tienen un sello reconocible, fresco y cargado de intencionalidad, pero me temo que su último film no es una de perlas más brillantes en su trabajo como autor; un matón de la mafia irlandesa, en plenos ochenta, decide retirarse de su sangriento trabajo cuando en un ajuste de cuentas sale implicado su hermano menor, que desaparece del mapa dejando una viuda e incluso perdiendo uno de sus brazos, acosado por la mafia. Pero ¿qué pasará cuando se calmen los ánimos y el hermano pródigo vuelva a casa, trastocando el fino equilibrio que se ha mantenido en la(s) familia(s) –la real y la mafiosa-? Tan sugerente planteamiento, con las fidelidades y las mezquindades es finalmente subordinado a una historia de amor algo tontorrona, que se establece entre el mató reciclado en hostelero y la viuda de su pariente desaparecido. Si su trabajo como director podría haber estado mucho más afinado –aunque tiene destellos geniales, como el reencuentro de ambos hermanos narrado con gran habilidad y tensión dramática-, la interpretación ha sido excelente, eclipsando prácticamente a todo el elenco, que aunque esforzado –sobre todo Elijah Wood, el famoso “Frodo” de “El Señor de los Anillos”, en un registro bastante alejado de su imagen de hobbit- resulta insuficiente para la pasión y calado de la interpretación de Burns.
Desgraciadamente, cuando hablamos de mafias irlandesas, tenemos dos referentes tan importantes como “Uno de los nuestros” –el protagonista era mitad irlandés, mitad italiano- y por supuesto “Camino a la perdición” y es inevitable hacer comparaciones. Todos esos parámetros estéticos y morales están presentes en el film, con la escala de valores propia, pero se ha echado en falta que además poner en tela de juicio la fidelidad consanguínea, también se hubiera puesto la otra, la que surge de una asociación tan peligrosamente “familiar”.


Federico Casado Reina



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