Con esta película me ha sucedido lo mismo que el título del LP de Supertramp -y ya empiezan a notárseme los años...- que decia aquello de ¿Crisis? ¿Qué crisis? Pues eso. ¿Polémica? ¿Qué polémica? Si bien es cierto que esta cinta dista años luz a cualquiera de las películas del singular Oliver Stone -que ha demostrado con creces ser un excelente guionista y realizador, y que él mismo ha reconocido que en la actualidad lo único que hace Hollywood es cine comercial para ganar dinero- el film tiene momentos muy interesantes, una fotografía impresionante y un reparto esforzado en sus papeles. El gran problema, es la falta de tono. Hay exceso de humanización de Alejandro -el grande, o lo que es lo mismo Magno en latín- en varias secuencias, demostrando que es humano, falible y con una personalidad muy marcada por su madre Olimpia -en un caso claro de no resuelto complejo de Edipo- pero cuando menos lo esperas ¡zas! a Stone le da la vena mística -o casi mejor dicho, a los productores- y venga a meter elementos épicos que no casan ni con superglue. Lo primero que tenía que haber hecho este film es definir el perfil de Alejandro y cómo contarlo, y luego, a ello. Pero a base de situar históricamente, no querer cogerse los dedos, e intentar hacer una obra grandiosa -los economistas de los estudios lo entienden con planos a cámara lenta, música sinfónica y primeros planos de manos, caras y gestos-, pues nos ha salido un Frankenstein de lo más desigual. La primera parte de la película tiene su gracia, y Farrell está creíble, con ese personaje iluminado y a la vez tierno, pero la segunda parte -digo lo de segunda parte porque debido al metraje en muchos cines hacen una pausa entre una y otra parte- es bastante lenta, aburrida, llena de tópicos y nada interesante. Por otra parte, las secuencias de batallas -dos en toda la pelicula- son bastante confusas y directas herederas de las de Gladiator, copiando incluso los recursos de obturación, cámara lenta y degradado del color.
Argumentalmente, no entiendo porqué hay que escandalizarse: todo el mundo conoce la relación homosexual de Alejandro con Hefestion, y en el film está tratado de la forma más elíptica posible. ¿es que tenían que haber hecho como en Troya, donde se obvio el noviazgo entre Aquiles y Patroclo diciendo que eran primos -primo era el que se lo creyera, claro...-. Pues no, a estas alturas me parece falsario que mucho público USA no pueda entender estas cosas que ya figuran en las páginas más importantes de la historia de la humanidad, pero claro, nos olvidamos que Bush ganó por mayoría en los Estados Unidos. En fin, que ni tanto ni tan calvo, un film obviamente fallido, pero del que aún se pueden entresacar algunas cosas, incluida una despampanante Angelina Jolie -seguramente, aqui es donde ha salido más bella en toda su carrera-, un convincente Val Kilmer, un siempre excelente -aunque quizás demasiado ajado- Anthony Hopkins, y un esoforzadísimo Colin Farrell, que a base de cambiar de registro de humano a divino, termina por no creerse a este Alejandro Magno. Y mira que el Farrell es buen actor...