Ficha película

Título:
Diarios de Motocicleta
Director:
Walter Salles
Intérpretes:
Gael García Bernal, Rodrigo de la Serna, Mía Maestro, Mercedes Morán, Jean Pierre Noher, Lucas Oro.
Calificación:
Crítica

A veces para comprender a un hombre es necesario no sólo comprender lo que piensa y cómo lo piensa, sino también conocer cómo ha llegado a pensar sus propios ideales. Eso es precisamente lo que se planteó Robert Redford a la hora de apostar por el director brasileño Walter Salles, que deslumbró a propios y extraños con “Estación Central de Brasil”, a la hora de llevar a la pantalla la vida de uno de los personajes más importantes del siglo XX: en esta ocasión, y partiendo de las reflexiones originales del propio “Ché” Guevara y su amigo Alberto Granado, el realizador utiliza una clásica estructura de “road-movie” para adentrarnos no solo en la terrible realidad social de una Latinoamérica subdesarrollada en los años cincuenta, sino también en la génesis de la concienciación social de un joven e idealista estudiante de medicina, que descubre que el mundo no es la utopía que ha vivido hasta ahora, sino que la injusticia y la pobreza son los elementos habituales en la existencia humana.
La gran habilidad del director, un excelente creador de ambientes, es despersonalizar todo lo posible la historia, huyendo de condicionantes y juicios morales que podrían haber lastrado el guión, convirtiéndolo en otra letanía más que denuncia las situaciones de pobreza; lo que sucede pasa sencillamente porque está ahí, y Ernesto Guevara no se planteaba en un primer momento ir en busca de ideal alguno, sino más bien de recorrer con su flamante motocicleta toda Latinoamérica acompañado de su amigo el bioquímico Alberto Granado. Lo que sucede después, es precisamente lo que nos ofrece este film, desentrañando los catalizadores para convertir a un niño “bien” de la Argentina, en un revolucionario luchador incansable que participó activamente en la revolución cubana de Castro y que se convirtió en uno de los iconos más significativos de la historia.
Además de todo un impecable desarrollo argumental que no cesa de avanzar en todo momento –con un ritmo muy acertado, pausado pero contundente-, hay que señalar el esplendoroso trabajo de fotografía del francés Eric Gautier, que es capaz de crear verdadera poesía con los paisajes, algo que echábamos en falta en éste tipo de cintas, y que nos hacen rememorar la emoción de “Easy Rider”. Ni que decir tiene que Gael García Bernal ha entrado ya con una alfombra dorada en la industria internacional gracias a este personaje, que es sin lugar a dudas, lo mejor que ha realizado en toda su carrera como actor, superando cualquier expectativa. En definitiva, es una cinta llena de sensibilidad, y que lejos de suscitar controversia, es una de las más acertadas reflexiones sobre la búsqueda de los ideales humanos, que como suele pasar habitualmente, se suelen hacer sin intención alguna.


Federico Casado Reina



©2001. AndaluNet, Diseño y hospedaje de páginas Web