Ficha película

Título:
Olvídate de mi
Director:
Michel Gondry
Intérpretes:
Jim Carrey, Kate Winslet, Mark Ruffalo, Elijah Wood, Tom Wilkinson, Kirsten Dunst, David Cross
Calificación:
Crítica

La creatividad no es un certificado de calidad, aunque muchas veces y en una industria tan enclenque, creativamente hablando, como la de Hollywood, si lo es del éxito: por eso cuando el inefable autor Charlie Kaufman escribió los guiones de “Cómo ser John Malkovich” o “Adaptation” –ambos le valieron la nominación al Oscar al mejor guión original- todos los más “modernos” se quedaron boquiabiertos con tanta marcianada. Pero todas esas posturas “snobs”, sencillamente lo que dicen es que el autor quiere ser más original que nadie, aún a riesgo de caer en lo incomprensible. Pero como todos los artistas sufren un proceso de destilado en su expresión, Kaufman ha llegado al suyo propio con esta película, que sin traicionar su loca imaginación, logra tocar emotivamente al espectador en una bien articulada estructura que aunque novedosa, evoluciona hasta un punto hasta ahora inédito en sus guiones, al menos de esa forma: toda la vida del protagonista se viene abajo cuando se entera que su exnovia va a someterse a un borrado parcial de memoria, eliminándole de sus recuerdos. Ante tal disyuntiva, él decide hacer lo mismo, pero a veces no es tan fácil controlar y dominar los propios recuerdos y emociones, y todo se va a mezclar de la forma más increíble…

El pretexto de estar dentro de la cabeza del protagonista es un pié perfecto para realizar todas las triquiñuelas dramáticas que se producen entre la pareja de amantes protagonistas, que tanto se odian como se profesan la más delirante de las pasiones. Todo ello además está embozado en una atmósfera mágicamente romántica, que oscila entre lo más idílico y lo más desagradable. Resulta igualmente curioso cómo han encajado a la perfección en sus respectivos papeles tanto Kate Winslet, siempre excelente, como el histriónico Jim Carrey, cuyo registro gesticulante ha quedado bastante atrás para abordar una interpretación mucho más madura y contenida, de lo mejor de toda su trayectoria artística.

También ha sido un gran acierto contar con la dirección de Gondry, que aunque perpetró la dirección de “Human Nature”, uno de los mayores engendros jamás pensados por el propio Kaufman, en esta ocasión logra brillantemente articular una historia de amor, contada de la más inusual y original forma posible, dinamizando un género tan denostado como la comedia romántica, y elevándola a un grado que hasta ahora podría resultar inalcanzable para este tipo de filmes. Un enorme paso atrás para el guionista de este film, al que ya se le puede reconocer como un verdadero autor, con todas las letras mayúsculas y sin ninguna tontería de por medio.


Federico Casado Reina



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