Ficha película

Título:
Negocios Ocultos
Director:
Stephen Frears
Intérpretes:
Audrey Tautou, Sergi López, Zlatko Buric, Benedict Wong, Sophie Okonedo, Chiwetel Ejiofor
Calificación:
Crítica

No vamos a descubrir ahora que Frears es un auténtico maestro, y una de las personalidades cinematográficas más interesantes del panorama mundial: funciona igual de bien encajado en el realismo social británico –desde “Mi hermosa lavandería” hasta “La camioneta”- o en el más puro “star system” de Hollywood, con títulos como “Héroe por accidente”, “Las amistades peligrosas” o “Los timadores”. A pesar de su desigual trayectoria –gracias a Dios, el cine no es una ciencia exacta y existen muchísimos factores que hacen oscilar el resultado final de una película- cada film que ha realizado tiene algo muy íntimo de su visión del mundo, algo de compromiso personal que se implica en la problemática de los protagonistas. Utilizando ahora el texto original de Knight, un gurú televisivo –el inventor de “¿Quiere ser millonario?”-, Frears ha trazado uno de los más crudos e irónicos retratos de la sociedad contemporánea, mostrando la cara oculta de una sociedad presuntamente “civilizada”, donde mientras unos nadan en la opulencia más inconsciente, otros navegan en el límite de la ley para poder sobrevivir, incluyendo su carencia de personalidad y papeles de un colectivo cada vez más importante en la Europa multicomunitaria: los inmigrantes. Parecería una falacia volver a expresar dicha problemática en un país tan multicultural como Inglaterra, pero esta incisiva y hábil cinta muestra un nuevo fresco de esta realidad, tan llena de compasión como de ganas de vivir; cuando un nigeriano que está regularizando su situación en Londres se encuentra con un corazón en los servicios del hotel donde está empleado como limpiador, se mete casi sin querer en un oscuro y turbio asunto de tráfico de órganos, donde los pobres inmigrantes son las víctimas propiciatorias de un sistema social que directamente coge lo que le interesa a cambio de un presunto “bienestar”.
El ejemplar trabajo de Frears ha consistido en orquestar con gran habilidad todos los personajes que tan excepcionalmente se han descrito en un guión francamente logrado; la ironía, e incluso el humor negro tienen un lugar preferente en esta delirante visión sobre la supervivencia “alternativa” a los caminos presuntamente “regularizados” por la sociedad, y supuestamente pensados para acoger a los miembros de la comunidad por propio derecho. Es precisamente la piedra de toque de este realizador de lenguaje fresco y directo, poner en la balanza quién tiene el verdadero derecho de vivir en una sociedad, si aquellos a los que les ha venido caída del cielo, o bien aquellos que luchan por permanecer en ella, sin llegar a mancharse en los más oscuros negocios. Todo un canto a la felicidad y a la esperanza, por encima de la terrible máxima cada vez más tristemente corriente del “sálvese quién pueda”.


Federico Casado Reina



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