Ficha película

Título:
Deseando libertad
Director:
Andy Cadiff
Intérpretes:
Matthew Goode, Mandy Moore, Terence Maynard, Jeremy Piven, Annabella Sciorra, Mark Harmon, Caroline
Calificación:
Crítica

Los cuentos siguen vendiendo lo suyo de toda la vida: incluso hoy muchas adolescentes siguen soñando un encuentro con un príncipe –ya sea azul, o de otro color…- que las convierta de la noche a la mañana en princesa. Por supuesto, el cine ha retratado dicho cuento y sus múltiples variantes –la camarera que conoce a un millonario, la criada que termina casada con un candidato a la presidencia, etc.- en un giro a la tuerca de la comedia romántica más clásica, almibarada y algo pretenciosa. Pero ahora, y en clave más adolescente, la historia es justo al contrario: la hija del presidente de los Estados Unidos –que es lo más parecido que los norteamericanos entienden por “princesa”- decide escaparse de su rígida vigilancia de seguridad hasta Europa, acompañada de un chaval que también parece esconder un curioso secreto…
Evidentemente, no hay que ser muy listo para acordarse de la genial “Vacaciones en Roma”, donde una princesa y un periodista viven un apasionado romance en la ciudad del Coliseo, navegando por sus calles con la famosa Vespa; curiosamente, en esta ocasión también hay una vespa por medio, y también se vive una historia de amor, solo que con las connotaciones propias de las comedias adolescentes “made in Hollywood”; pero el gran problema, es que lejos de ser una romántica parábola sobre la libertad y el amor, se convierte paulatinamente en un panfleto de lo “libertina” que puede ser Europa para los norteamericanos –un lugar donde se puede consumir alcohol, donde el sexo no está reprimido, y donde también hay más drogas…-, además de tirar para el derrotero del fácil desmadre juvenil clásico en el cine norteamericano más descerebrado. El colmo es un final con moralina incluida realmente tópico y maniqueo, lleno de barata filosofía. A pesar de la condescendencia que se puede tener con la primera película de un director –ésta lo es- y de la esforzada interpretación de los actores –destacando los veteranos Jeremy Piven y Annabella Sciorra- el guión es demasiado vacío, demasiado fácil, y sobre todo, no se puede comparar a Gregory Peck y a Audrey Hepburn con dos adolescentes bastante atolondrados, que sólo escapan de sus respectivas “responsabilidades” no por encontrar el amor o la libertad –como el título del film indica-, sino más bien para desmadrarse, eso sin contar con que todo el panorama internacional norteamericano parece idílico. Mucho más ajustada era la realidad de “Spartan”, donde también la hija del presidente norteamericano era protagonista, y no en el film que nos ocupa, siendo convertida en una fortuita y forzada “princesa”.


Federico Casado Reina



©2001. AndaluNet, Diseño y hospedaje de páginas Web