Ficha película

Título:
Superagente Cody Banks 2
Director:
Kevin Allen
Intérpretes:
: Anthony Anderson, Hannah Spearritt, Cynthia Stevenson, Daniel Roebuck, Keith David, Santiago Segur
Calificación:
Crítica

Cuando ya se ha demostrado sobradamente que los agentes secretos venden, muchos han corrido desesperadamente desde hace años para clonar al más famoso: a 007, el espía británico con licencia para matar que es capaz de salir igual de airoso ante una espectacular mujer contratada para liquidarle, que ante una opípara cena en el más selecto restaurante de París, sin olvidar su habilidad para enfrentarse a miles de facinerosos a los que reduce con su domino de las artes marciales y los muchos aritilugios que le proporciona la sección “Q”. Desde Flint hasta el superagente 86, muchos han intentado replicar el huidizo éxito que la franquicia comercial ha demostrado, y que a pesar de las modas y modismos, se ha comprobado a prueba –nunca mejor dicho- de bombas.
Hace aproximadamente una década, un actor televisivo como Richard Grieco quiso entrar en la gran pantalla –sin conseguirlo- con un producto llamado “Agente Juvenil”, que era exactamente la misma fórmula del filme que nos ocupa hoy: un adolescente que se ve inmerso en una misteriosa agencia de investigación mundial y que se ve con la misión de salvar al mundo, súbitamente. Pero tampoco cuajó, hasta que el ínclito Robert Rodríguez realizara “Spy Kids”, junto a sus amiguetes Antonio Banderas, Carla Gugino y Danny Trejo: ahora si que se han descubierto las franquicias del invento, y se dedican a clonar las películas hasta que, claro, sucede lo que sucede: que las cosas dejan de funcionar. Siendo un poco justos, la primera parte de “Superagente Cody Banks”, era un producto comercial, pero sano, en el sentido que no tenía ninguna pretensión: era lo que era, y su exclusivo interés era el más puro entretenimiento, olvidándose del resto. Su éxito comercial ha propiciado una segunda parte con más presupuesto, más efectos especiales, más actores y más de todo. Pero ¿acaso es un seguro para tener también una “mejor película”? Pues en este caso se ha demostrado que no: Cody Banks ya no es tan niño, y como le has sucedido a Harry Potter, ha crecido, le ha cambiado la voz, y se ha convertido en un adolescente, con todo lo que eso supondrá.
Aunque tiene momentos de distracción que están bien filmados, ahora la trama radica en un viaje a Inglaterra –cuna de James Bond, por cierto- para solucionar una intriga lleno de aparatos, trucos… y como no podía ser de otra forma, al lado de una preciosa estudiante. Y es que los espías –y en este caso, los problemas- crecen a una rapidez pasmosa. Pero lo importante es que el público que ha visto nacer al joven espía, también le vea crecer, película a película, y así conseguir que esta joven franquicia se convierta en una vieja franquicia. Claro que ¿será igual ver a Cody Banks con un andador?


Federico Casado Reina



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