Ficha película

Título:
The Punisher (el castigador)
Director:
Jonathan Hensleigh
Intérpretes:
Thomas Jane, John Travolta, Laura Harring, Marcus Johns, Michael Reardon, Ben Foster, Eddie Jemison
Calificación:
Crítica

La fábrica de superhéroes cinematográficos que vienen de los famosos cómics Marvel, sigue funcionando a pleno rendimiento: a la espera de la segunda venida de “Spiderman”, ahora nos llega otro justiciero –nunca mejor dicho- cuyo único motivo de vivir es cargarse a todos aquellos que le han hecho daño. Vamos, como Batman, pero sin traje, ni artilugios especiales, y con un punto sádico realmente salvaje. Todo esto, que funciona en el cómic, porque el personaje también interactúa con otros superhéroes como Spiderman, y con otros villanos como el mismísimo Dr. Muerte –perteneciente a la saga de los 4 Fantásticos-; de otra forma, nos encontramos con un primo lejano de Rambo y Schwarzenegger en sus mejores tiempos. Mucha acción frenética, mucha violencia y música de “Heavy Metal”. ¿Y esto es un superhéroe?
Parece que Hensleigh en su primera película como director tras haber escrito guiones para filmes comerciales de la calaña de “La jungla de Cristal III” o “Armageddon” ha decidido dejarse de tonterías filosóficas, y apostar directamente por la acción sin paliativos –y a veces, sin demasiada justificación-. Cuanto más salvaje y cruel sea el personaje, mejor, más venganza y ¿más justicia? Resulta realmente complicado –a pesar de los “flashbacks” del recuerdo a su familia asesinada cruelmente- empatizar con Frank Castle, “El castigador”, que utiliza todas sus habilidades desarrollada como espía y miembro del FBI para acabar con todos los malos de la película, por las vías más expeditivas y sangrientas. Si bien es cierto que el personaje es una “humanización” mucho más cercana al gran público del arquetipo de “Batman”, se ha desvirtuado tanto toda la parafernalia propia de los superhéroes que nos ha quedado un primo lejano del hombre murciélago, con más cara de bestia y que directamente, se ha convertido en una bestia sedienta más de sangre que de justicia, dejando a las “vendettas” de los Corleone como simples juegos de colegio y elevando la violencia al máximo exponente, con tal de salirse con sus planes. Además de esto, la cinta se salpica de un sentido del humor que no encaja con el tono general del film, y que logra sacarnos de la historia cada vez que aparece –el duelo con un matón al que llaman “El ruso” podría haber sido épico, y se queda en una simple caricatura, por ejemplo-. Todo el resto, no es más que una barata y mal construida parafernalia para que “El castigador” siga matando a diestro y siniestro, con su rictus inexpresivo y sus ojos fijos. Y digo yo, que podría haberse buscado a otro actor con más carisma para el personaje, que la anterior adaptación de este mismo cómic protagonizada por Rudolph Lundgren en los ochenta ya demostró que hacía falta un poquito más de expresividad para encarnar al vengador de la calavera en la camiseta, y no tantos musculitos. ¿No quieren que sea humano?


Federico Casado Reina



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