Ficha película

Título:
50 primeras citas
Director:
Peter Segal
Intérpretes:
Drew Barrymore, Adam Sandler, Dan Aykroyd, Rob Schneider, Sean Astin
Calificación:
Crítica

Parece que las fórmulas de la comedia romántica se están agotando: ya se han hecho parejas de diferentes clases sociales, de diferentes etnias, y hasta de diferentes especies animales. Infidelidades, confusiones, amor desatado y todo tipo de recursos dramáticos están de lo más trillado para contar una historia de sentimientos medianamente original. Entonces ¿es que el género está condenado a repetirse? Pues aunque no lo crean, aún hay iniciativas originales de este tipo de películas, aunque el resultado, en este caso, no sea de los más lucidos. Sin ser ninguna maravilla, “50 primeras citas” plantea algo divertido y a la vez original en el género: el sempiterno seductor de turno se enamora perdidamente de una encantadora chica que tiene el singular problema de no recordar absolutamente nada de un día para otro, debido a un accidente de tráfico, que por cierto, tampoco recuerda. Por ello el chaval tendrá que inventarse mil y una triquiñuelas para conquistar, día a día, a la “chica de sus sueños”.
Dos avispadas estrellas de Hollywood reunieron a sus dos productoras cinematográficas y se pusieron manos a la obra para realizar un éxito de taquilla, y precisamente por ello se han quedado con solo una parte de lo que podría haber sido un film mucho más interesante: haciendo exclusivamente hincapié en lo puramente comercial, Drew Barrymore y Adam Sandler –protagonistas y productores del film- se han limitado a contratar a un director con cierta experiencia en el cine más comercial –recordemos que Segal ya dirigió anteriormente “Ejecutivo agresivo” o “El profesor chiflado 2”- para asegurarse un producto vendible a nivel del público familiar, incluso haciendo concesiones a los más pequeños a través del personaje interpretado esperpéntica y paródiamente por Rob Schneider. Pero es una lástima, que con un recurso narrativo –que es una vuelta a la tuerca más a la idea de “Atrapado en el tiempo”, solo que ahora el tiempo no transcurre fuera del protagonista, sino dentro de la mente de la chica- tan sugerente, se tomen los derroteros más facilones y exentos de pretensiones, en una actitud muy loable, pero manifiestamente inferior a las posibilidades de la historia y de los personajes. Todo ello sin menospreciar los registros de Sandler y Barrymore, que realizan el papel que todos esperan de ellos mismos. Cuando vemos productos como este, tan faltos de pretensiones y con una vocación tan comercial, y sabiendo que ha sido el número uno en taquilla en USA –y lo está siendo en España- cabe preguntarse cómo habría respondido el público si en vez de un divertimento sin ninguna profundidad, hubieran visto una reflexión un poco más –solo un poco más- profunda sobre el tema que nos ocupa: enamorar indefinidamente a la mujer perfecta, cada día de una relación.


Federico Casado Reina



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