Ficha película

Título:
Amanecer de los muertos
Director:
Zack Snyder
Intérpretes:
Sarah Polley, Ving Rhames, Jake Weber, Mekhi Phifer, Ty Burell, Michael Kelly, Kevin Zegers, Michael
Calificación:
Crítica

Es un hecho: la moda se repite, y los zombis vuelven a estar en el candelero. Los “28 días después” de Danny Boyle fueron un éxito, no ya por el excelente film que es, sino porque ha resucitado –nunca mejor dicho- a uno de los mitos terroríficos por antonomasia del séptimo arte. Y si hablamos de estos seres asquerosos, que le buscan a uno para comerle los higadillos, hay que recordar a George A. Romero, el autor de “La noche de los muertos vivientes”. Precisamente es “Zombi” la película en la que se basa “Amanecer de los muertos”, ya que argumentalmente, tiene un planteamiento idéntico: un heterogéneo grupo de supervivientes a una plaga de zombis consigue atrincherarse en un centro comercial, intentando trazar un plan para salvarse mientras que observan como la civilización tal y como la conocemos zozobra hasta desaparecer. Pero si en el film original –que es ya de culto, tanto para el género fantástico-terrorífico, como para el “gore”, con los litros de sangre y casquería a mansalva- todo giraba en torno a los monstruos que estaban al otro lado de las puertas, esperando para entrar con sus tembleques, sus ojos inyectados en sangre y su voraz apetito caníbal, ahora también se realiza una divertida parábola a programas televisivos tipo “Gran Hermano”, observando las reacciones de un variopinto grupo de personas obligadas a convivir juntas durante una serie de días.


Pero lo más importante es que el film nunca pierde el tono, y consigue lo que busca: asustar. La angustia provocada por la situación de los protagonistas cada vez se va acrecentando más y más, sin saber cuál va a ser la solución, o si sencillamente, existirá. Siendo el film la primera película del realizador publicitario y de videoclips Zack Snyder, hay algunos errores completamente comprensibles y perdonables –como algunos fallos de ritmo-, pero en general el director ha usado muy inteligentemente todos los recursos del género, dosificándolos en su justa medida, y añadiendo algunos otros elementos como el drama psicológico –algunos personajes que establecen vínculos emocionales, como una hija que tiene que ver cómo sacrifican a su padre que ha sido infectado por la plaga de zombis-, o alguna que otra diatriba emocional que dinamiza la historia –como la historia de “colegas” entre el dueño de una armería, que ve a los humanos que están en el centro comercial desde la azotea-. Consigue lo que busca, asustar, y de la verdadera forma que tienen este tipo de películas: provocando inseguridad y desasosiego con una modélica banda sonora al efecto. Y de sangre, lo justo aunque haberla, hayla.


Federico Casado Reina



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