Ficha película

Título:
Starsky y Hutch
Director:
Todd Phillips
Intérpretes:
Ben Stiller, Owen Wilson, Snoop Dogg, Fred Williamson, Vince Vaughn, Juliette Lewis, Jason Bateman,
Calificación:
Crítica

La moda de las adaptaciones cinematográficas de series televisivas exitosas de los setenta, sigue de candente actualidad; tras “Los Angeles de Charlie”, ahora nos llegan la pareja de policías más abnegada, incorruptible y macarra de Norteamérica, montada un Ford Gran Torino de color rojo chillón y con una banda blanca pintada en los laterales: Starsky y Hutch fueron los modelos de muchos niños y adolescentes por todo el mundo, que crecieron –crecimos- viendo cómo luchaban contra los malos, seducían elegantemente a las chicas malas, y echaban mano de cualquier recurso legal para hacer que la justicia se cumpliera. Seguramente lo original de estas pareja de polizontes fue que sencillamente, no eran unos buenos “tontos”; eran buenos, pero algo golfetes, algo sinvergüenzas –sobre todo Hutch-. Pero ahora, por obra y gracia de la resurrección cinematográfica nos los intentan volver a vender, con el anacronismo que eso supone. Si en su época, Starsky y Hutch eran unos adelantados, tal y como está el patio –desde “Harry el Sucio” hasta “C.S.I.”- se han convertido en unos auténticos niños de teta, ingenuos y pánfilos. Ni siquiera las consabidas intenciones de autoparodiarse en esta película les salvan de caer en el mayor de los ridículos, siendo sencillamente unas caricaturas falsas y gazmoñas de lo que en un tiempo supusieron para los televidentes.
El intento de realizar una revisión más o menos humorística de la sociedad setentera –con un “Huggy Bear”, que en la serie original estaba interpretado por el impagable Antonio Fargas, y que ahora es encarnado por el estrafalario e inexpresivo rapero Snoop Dogg- está logrado, pero se queda corto a la hora de revisar lo que la serie supuso en su dia: una auténtica revolución mediática, ya que eran los primeros policías televisivos que iban a la última moda, tenían el coche más vacilón y conseguían triunfar a pesar de sus propias incapacidades. El problema es que esa moda ya ha pasado, el coche ni siquiera podría pasar la ITV, y lo que fueron en su día rompedoras propuestas de investigación y detención de criminales, ahora lo dan en el primer curso de las “Locas Academias de Policías” –de la que, lamentablemente, tiene algunas cosas-. Si bien es cierto que la capacidad humorística de los protagonistas –sobre todo Ben Stiller, ¡divertidísimo!- salvan la historia de vez en cuando, el resto no es más que un vano intento para recuperar –o sencillamente, recordar malamente- lo que podría haber sido una franquicia comercial de la gran pantalla que sinceramente, no creo que llegue a producirse habiendo visto estos resultados. Creo que para traicionar a la memoria de esta forma, mejor hubiera sido dejarlo estar.


Federico Casado Reina



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