Ficha película

Título:
Hermano Oso
Director:
Aaron Blaise y Bob Walker
Intérpretes:
Animación. Con las voces originales de Joaquin Phoenix, Jeremy Suarez, Jason Raize, Rick Moranis
Calificación:
Crítica

La imparable crisis que está sufriendo la Disney, se ha visto recientemente acrecentada con la única baza segura que ha tenido en los últimos tiempos, esto es, su acuerdo de distribución con Pixar, que nos ha regalado perlas como “Toy Story”, “Bichos”, “Monstruos, S.A.” o más recientemente el monumental éxito de “Buscando a Nemo”. Así pues, la rentabilidad de antaño todopoderosa Disney se ha resquebrajado por una pésima gestión en la dirección a cargo de ejecutivos y presuntos expertos empresariales, que la han hecho avocar al fracaso, apostando por los valores seguros comercialmente, y frustrando cualquier iniciativa creativa en pos de una economía de mercado más competitiva. Y es que la creatividad no debe supeditarse en ningún momento a los intereses mercantilistas, so pena de caer en el olvido, porque al público –especialmente, a los más pequeños- no se le da con queso; ninguna de las propuestas de animación convencional recientes de Disney –ni “Lilo & Stitch”, ni “Atlántida”…- ha cumplido los más mínimos niveles de calidad, sencillamente porque los animadores, directores y creativos estaban obligados a realizar productos como en una cadena de montaje, uno por año, y así acaparar todas las expectativas comerciales de los señores economistas de la compañía. La insostenible situación va a desembocar en que la misma productora de animación que nos ha regalado los más bonitos y preciosos sueños, sea desmantelada para quedarse únicamente con el merchandising originado de sus productos, y los parques temáticos. Roy Disney, el único Disney que quedaba, ya no forma parte de la productora y ahora se afana en pararle los pies a Michael Eisner, el responsable del descalabre de la mítica hacedora de fantasías de grandes y pequeños.
Dicho esto, no es de extrañar que “Hermano Oso”, tenga todas las claves justas de todas las películas de esta marca, con una identidad muy definida. La historia de Kenai, un niño esquimal que es transmutado en oso para sentir la hermandad de la naturaleza está bien contada, y tiene una estructura correcta. El único problema es que en fondo –todos los tics en el guión, las historias- y en forma –los personajes, los dibujos, la animación- no es más que una especie de “Frankenstein” hecho de retales de películas como “El Rey León”, “Pocahontas”, “Tarzan”, “Lilo & Stitch” o “Mulan”, lo cual es comprensible puesto que los directores y guionistas ya participaron de todos estos filmes. Lo sorprendente, es que en muchos casos, la película sigue funcionando sencillamente, porque ha apostado por lo que ya se ha demostrado que funciona en las películas de animación. Pero, aunque así sea y consiga entretener a niños y grandes, se echa en falta un poquito más de riesgo creativo, un poquito más de búsqueda de algo nuevo que rompa la tónica general en la línea de Disney, que ya se ha visto superada con películas de productoras menores, como “Ice Age” –de quién por cierto, casi copia el cartel, otra “apuesta por lo seguro”-.


Federico Casado Reina



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