Ahora que se han puesto tan de moda en los programas de corazón los juegos con las iniciales de presuntos participantes en prostitución de lujo, parece el momento idóneo para estrenar este film, que tiene ya tres añitos, y que con un título tan sugerente, realmente ofrece una historia mucho más rica y que seguramente tiene bastante poco que ver con la controversia que la gente espera, porque “Servicio de compañía” habla mucho más de sentimientos que de sexo, de entrega más que de ambición, de amor más que de pasión. El protagonista, un novelista fracasado, tiene que trabajar como “acompañante” masculino en una empresa cuyas más importantes clientes son mujeres maduras de alto nivel, que requieren a su lado un hombre que además de guapo, sea inteligente, exquisito y tenga “un toque de clase” –como dice en cierto momento del film James Coburn, inconmensurable, como siempre-.
La película tiene un poderoso arranque, en el que vemos lo necesitados que estamos todos de amor, y el precio que a veces tenemos que pagar para tenerlo y no dejarlo escapar, acribillado de las muchas vicisitudes que rodean la vida contemporánea, donde el dinero, los intereses y la ambición terminan por frustrar cualquier sentimento. Formalmente, la película es un ejercicio de verdadera elegancia, con una factura realmente preciosa, llena de matices que describen no sólo los ambientes, sino también a mucho de los personajes –especialmente la decadente mansión de la “agencia”, llena de recuerdos-. El líder de los Rolling Stones, Mick Jagger está realmente bien encajado en su papel, demostrando su gran capacidad interpretativa, como ya demostró en el pasado, pero el que se lleva la palma en el apartado de los actores es Andy Garcia; aunque no se prodiga demasiado, cada uno de sus registros es un verdadero regalo, componiendo de manera brillante al atormentado protagonistas que es capaz de prostituir su propia dignidad con tal de mantener el amor de su esposa, tumbado por los problemas económicos. La dirección de Hickenlooper no tiene demasiada enjundia, pero resulta efectiva para esta controvertida historia, que, aunque tiene presente el contenido sexual, gira en torno a la emotividad y los sentimientos de alguien que en un momento determinado, decide la única opción que se le plantea para poder sobrevivir, intentando salvaguardarse de todas las negativas influencias que le pudieran llegar y que entraran en conflicto con sus propios sentimientos.