Ficha película

Título:
Y entonces, llegó ella
Director:
John Hamburg
Intérpretes:
Ben Stiller, Jennifer Aniston, Philip Seymour Hoffman, Debra Messing, Alec Baldwin, Hank Azaria, Bry
Calificación:
Crítica

En el mundo artístico, es muy difícil quitarse un sambenito, sobre todo cuando uno se ha hecho rico y famoso con un determinado registro, personaje, o medio de expresión; casi nadie se imagina a Jim Carrey interpretando un papel serio, ni a Marlon Brando en una comedia histriónica. Aunque muchos de estos artistas intentan denodadamente cambiar su imagen, otros admiten sus propias limitaciones, y se dedican a explotar lo que la gente espera de ellos, como le sucedió a Stallone, que cansado de intentar demostrar que era algo más que una masa de músculos, se dedicó a “interpretar” a personajes musculosos con pocas luces. Todo esto viene a que tanto Jennifer Aniston –señora de Brad Pitt- como Ben Stiller, están tan encajados en sus respectivos papeles, que era inevitable verles así en un producto de estas características, de clara intención comercial intrascendente. Ella, va de encantadora, pizpireta, simpática, atractiva y algo loca. En cambio él es típico hombre conservador, agradable, atractivo, pero desastre, por mucho que intente hacer las cosas bien. A ella la hemos visto durante mucho tiempo en la serie televisiva “Friends” hacer lo mismo y a él en filmes como “Los padres de ella”, “Más que amigos” o “Algo pasa con Mary”. Por eso resulta inevitable que si los productores querían a esos dos actores, iban a hacer esos mismos personajes, aunque tuvieran distintos nombres.
En realidad, la estructura de comedia romántica ha evolucionado realmente poco, porque trata de la teoría de los opuestos, o lo que es igual, que cuanto más diferentes son dos personas, con más irrefrenable atractivo y fuerza magnética se atraerán, como les pasaba a Gregory Peck con Audrey Hepburn, o a Tom Hanks con Meg Ryan: la historia del film es realmente poco compleja, y su clara y liviana vocación consiste en entretener a base de secuencias divertidas en la confrontación de dos antiguos novios de instituto que se reencuentran y que intentan retomar una historia de amor, cuando a él le sale rana su antigua novia en la mismísima luna de miel.
Lo cierto, es que la colaboración de Hamburg con Stiller en anteriores películas como “Zoolander” o “Los padres de ella” ha sido bastante más fructífera que en esta ocasión, donde tenemos la permanente sensación de “deja-vu” durante todo el metraje, y donde todo parece tan estudiado en su conclusión y tan previsible en su planteamiento, que aunque los actores nos den el registro que esperamos, no se pasa de una simple sonrisa. Hay que reconocerle una evidente, monda y lironda efectividad a la cinta, pero desde luego, podía haber sido bastante más original en la reflexión final, porque por muy ligera que sea la comedia romántica, podía haber resuelto aportando aunque fuera un mínimo granito de arena a esa “teoría magnética de la atracción” en la que los polos opuestos, se atraen.


Federico Casado Reina



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