En la espera de la última parte que comenzara con “En busca del Arca Perdida” sobre el personaje de Indiana Jones, llegan de vez en cuando algunas películas que intentan afianzarse en el género aventurero épico –con notas de grandeza- pero añadiendo comedia. Sucede que, generalmente, este tipo de cintas debido a su gran presupuesto intenta recaudar lo más posible, y son lanzadas con una demasiada “manga ancha”, olvidando muchas veces que para un film tenga unos niveles coherentes de calidad, requiere de un “acabado”, mucho más cuidado del que se generalmente se tiene. Pero lo peor del asunto, es cuando un director creativo e interesante se mete en uno de estos proyectos, sencillamente por el vil metal. Entonces es cuando se le caen a uno los palos del sombrajo, y pierde la esperanza por ese realizador que antaño regalara al público –y a sí mismo- una obra que haga despegar su trayectoria; algo parecido le sucedió a Peter Berg, que tras comprobarse su mediocridad en la interpretación, nos dejó a todos boquiabiertos con su primera película, “Very Bad Things”, una elegía al modo de vida norteamericano desde un originalísimo enfoque que rompía todas las expectativas posibles, y con un mordaz y cínico humor negro capaz de helar la sangre en las venas, además de regalarnos las mejores interpretaciones hasta ahora vistas de Cameron Diaz y Christian Slater. Por eso, ver ahora ese radical giro a su carrera como actor, resulta por menos que desesperanzador; producida por los mismos responsables de “El Rey Escorpión”, la cinta cuenta cómo un cazarrecompensas es contratado para buscar a un hombre en la jungla del Amazonas y al final se une a su fugitivo para encontrar un fabuloso tesoro y contando con la oposición de un megalómano mafioso local. Lo más divertido del asunto, es que tanto el luchador de lucha libre “The Rock” como el famoso protagonista de “American Pie”, Seann William Scott declararon en su día haber hecho este film para salirse de los papeles que les hicieron famosos, cuando no hacen sino repetir casi literalmente los dos registros de héroe musculoso de acción y “gracioso” oficial, respectivamente. Aunque ver a la exuberante Rosario Dawson ya es una recompensa en sí mismo, es penoso ver al gran Christopher Walken implicado en este film, que no solo no aporta nada al género “aventurero-de-comedia”, sino que además resulta de lo más predecible y aburrido. El tesoro, quizás es que estaba más oculto de lo que podríamos esperar, o que quizás sencillamente no estaba. Mejor no decírselo a los que estén en “La Selva de los Famosos”, no vaya a ser que se enteren y decidan irse dejando colgados a todos los telespectadores.