Ficha película

Título:
La Compañía
Director:
Robert Altman
Intérpretes:
Neve Campbell, Malcolm McDowell, James Franco, Barbara E. Robertson, William Dick, Susie Cusack
Calificación:
Crítica

Las fronteras entre el documental y la ficción cinematográfica cada vez están más difusas: antes un film tenía la capacidad de mostrarnos una historia, ya encajara en la época de las cruzadas o en el año 2050. Incluso podíamos ver historias “de abogados” o “de policías” dependiendo qué tipo de argumento quisiéramos articular. Pero ahora resulta que el continente puede llegar a ser igual o más importante que el contenido, centrándonos en lo circunstancial, en la atmósfera, más que en el núcleo de las motivaciones de los protagonistas, o al menos es lo que creyó Altman en dos de sus anteriores filmes, “El Juego de Hollywood” y “Pret-a-Porter”, donde mostraba los entresijos de la industria cinematográfica y la trastienda del mundo de la moda. Ahora espoleado por el guión y la producción de Neve Campbell –la famosa protagonista de “Scream”, que casi llegó a ser bailarina profesional- se ha embarcado en mostrar el particular universo de la danza profesional, con el epicentro en una compañía de baile. Coreógrafos, bailarines, directores, músicos viven ese submundo de presunta cultura y sentimientos, y a la vez interactúan con personajes ajenos a dicho ambiente, mezclando emociones.
Si Altman se hubiera centrado en los personajes, seguramente tendríamos una historia tan interesante como la que nos contó en “Vidas Cruzadas”, donde lo realmente importante no era la ciudad de Los Angeles, donde todos vivían, sino cada uno de los sujetos que interactuaban allí. En esta ocasión, el escenario de la danza le ha resultado bastante más atrayente que cada una de las historias que podría haber contado –desde la de la bailarina que conoce a un ayudante de cocina, hasta la del maduro y egocéntrico director-, logrando apasionar al espectador con algo mucho más importante que unos bellos reportajes sobre danza contemporáneas que se pueden ver mejor en un documental sobre cualquier gira importante de una compañía de baile. Apasionarse con un cosmos desconocido es comprensible, pero ha de articularse en torno a la historia que se quiere contar, so pena de caer en el aburrimiento de todos aquellos que no sean verdaderos fanáticos de dicho contexto; no hace mucho tiempo Michael Winterbottom daba una verdadera lección magistral con “In this World” de cómo producir esa simbiosis de documental y ficción. En cambio Altman, fascinado por las perfectas evoluciones de preciosos cuerpos en el escenario, rodeados de magia y gracilidad, ha preferido recrearse innecesariamente en lo circunstancial, olvidando lo verdaderamente importante del cine, y en definitiva, de cualquier expresión artística: que a uno le cuenten algo, más allá de lo puramente estético.


Federico Casado Reina



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