Ficha película

Título:
El Jurado
Director:
Gary Fleder
Intérpretes:
John Cusack, Gene Hackman, Dustin Hoffman, Rachel Weisz, Bruce Davison, Bruce McGill, Jeremy Piven
Calificación:
Crítica

A estas alturas, es muy difícil que a uno le sorprendan con una película sobre juicios, jurados y sistemas legales; hemos visto hasta la saciedad cómo el individuo se enfrenta al sistema, y cómo los recovecos de la justicia a veces se ponen a favor del ciudadano y otras manifiesta e injustamente en contra. Si encima, resulta que el autor de la historia es John Grisham, el abogado-escritor de best-seller, pues lo cierto es que, citando terminología legal “se le presupone la culpabilidad”. Pero, gran sorpresa, Gary Fleder parece haber tomado las riendas de la manera más efectiva –tras el fiasco de “Infiltrado”- conjugando en un acertado cóctel elementos de suspense, “thriller”, películas de “timos”, y como telón de fondo un juicio multimillonario donde además está implicada la industria armamentística. Su fino sentido de la agilidad narrativa además se ha agudizado con un brillante guión –que sortea todos los “puntos muertos” típicos de las películas “de abogados y demandas”- y un montaje ejemplar. Eso por no hablar del verdadero recital interpretativo de los componentes de un reparto verdaderamente estelar, donde están Hoffman, Hackman y los más jóvenes pero igualmente excelentes Cusack y Weisz, amén de unos secundarios sencillamente perfectos.
La compleja telaraña que los abogados, fiscales, asesores y jueces tejen sobre un jurado, una vez que la decisión puede implicar muchos millones de dólares es la base sobre la que se construye un sorprendente castillo de naipes, en el que todo el mundo espera sacar su tajada al precio que cueste, y donde el “todo vale” es la máxima prácticamente exclusiva: soborno, extorsión, amenazas… todas las tácticas habidas y por haber para manipular en el momento adecuado a ese voto que puede llegar a decidir la sentencia en un sentido o en otro. Aunque todo ello pueda parecer ya visto en filmes como “Coacción a un jurado”, e incluso a nivel estético en la inolvidable “12 hombres sin piedad”, la película va más allá, consiguiendo un producto final tan entretenido como sorprendente en muchos casos, todo ello rebozado en un irónico sentido de la justicia, que aparece y desaparece a través de toda la trama. En definitiva, es una película sólidamente construida, donde además tenemos la gran oportunidad de asistir a una verdadera batalla actoral entre varios de los mejores actores que en este momento existen en el cine americano. Además me congratulo que Fleder, a quien tanto admiré por “Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto”, vuelva a recuperar el norte en este film que podría parecer menor, pero que añade muchas notas personales a la estructura de “película comercial” que tiene.


Federico Casado Reina



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