Ficha película

Título:
Zatoichi
Director:
Takeshi Kitano
Intérpretes:
Takeshi Kitano, Yui Natsukawa, Michiyo Ookusu, Gadarukanaru Taka, Tadanobu Asano, Yûko Daike
Calificación:
Crítica

Como dice el refrán popular, por mucho que alguien quiera escribir en chino, nadie lo hará mejor que un chino. Es la reflexión perfecta para este film, después que Tom Cruise haya dado su particular visión de los samurais y que Quentin Tarantino también realice su aproximación a las artes marciales niponas en “Kill Bill”: Kitano, que siempre ha buceado en la mayor pureza de sus historias, ahora ha hecho lo mismo con un mítico personaje de comic y televisión de los años sesenta, convertido ya en un icono popular de las historias de “época” japonesas. En el Japón del siglo XIX, “Zatoichi” es un masajista ciego que vagabundea por los caminos, siendo acogido en cualquier pueblo, en cualquier taberna; claro que el aparentemente indefenso ciego es en realidad un invencible samurai que domina el arte de la espada como ninguna otra persona del mundo e imparte irremisiblemente justicia con su particular código. Kitano no sólo ha recreado magníficamente el hierático personaje, sino que además ha compuesto un fresco con todos los tópicos posibles de la cultura del sol naciente, desde las Geishas a los embriones del “yakuza”, pero trascendiendo notablemente todas y cada una de sus vertientes.
Si la violencia y el humor han estado presentes en toda la filmografia de este verdadero “hombre renacentista” que es Kitano –poeta, pintor, músico, presentador de televisión, actor, cómico, director de cine, director de teatro…- en esta ocasión a estos factores une otro, que no sólo cataliza poderosamente a los anteriores, sino que origina una nueva forma de expresión cinematográfica de inusual efectividad: el más completo absurdo. A cada plano, juega con los sentimientos, con las claves propias de los géneros, retorciéndolos hasta hacer coincidir elementos tan dispares como el claqué, el teatro Kabuki y la música tradicional japonesa. No hace falta decir que muchos autores de la historia del cine, desde Kurosawa a Sergio Leone, sin olvidar a Sam Peckinmpah, están presentes en este batiburrillo que a ratos puede ser el film más “gore” de la temporada –Kitano ha recreado digitalmente los chorreones de sangre para, en sus palabras, “hacerlos parecer algo ficticio, como de videojuego”-, y al plano siguiente, convertirse en el arquitecto de una tremenda y oscura historia de abusos sexuales infantiles, para luego hacernos reír con una absurda situación en la que nadie parece saber qué es lo que exactamente sucede. Pero ese es Kitano, ésa es su singular idiosincrasia, y raro era que, aunque fuera una historia de encargo, y además “de época”, no se trasladara todo ello a esta apasionante historia de espadachines, honor y esperanza. Pero aviso: “Zatoichi” es un paso más allá en las estructuras cinematográficas hasta ahora vistas, tanto las orientales como las occidentales, donde los conceptos de “malos” o “buenos”, escapan, en ese sentido tan “naïf” propio de los japoneses, que aunque de tontos no tengan un pelo, siempre se dejan una ventanita abierta para la inocencia.


Federico Casado Reina



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