Ficha película

Título:
Paycheck
Director:
John Woo
Intérpretes:
Ben Affleck, Aaron Eckhart, Uma Thurman, Paul Giamati, Colm Feore, Joe Morton, Michael C. Hall, Pete
Calificación:
Crítica

El prolífico escritor de ciencia ficción Philip K. Dick ha vuelto a ser el origen de un film, como ya lo fue con películas como “Blade Runner”, “Minority Report” o “Desafío Total”. La paranoia del sistema contra el individuo, la opresión tecnológica o la discutible economía siguen presentes en la historia –como en todas las de Dick-, pero ahora el planteamiento es mucho más original: un ingeniero al que una empresa ha borrado dos años de su vida para salvaguardar un secreto industrial –y por lo que le ha pagado 92 millones de dólares- descubre que existe una confabulación para matarle y tiene que “recordar” no sólo qué ha hecho, sino porqué quieren acabar con todo lo que significa. Tal arranque es muy sugerente, y añade elementos de lo más originales –como las “pistas” que el ingeniero se deja a sí mismo para ir descubriéndolo todo- pero, lamentablemente, la comercialidad puede con la originalidad y la creatividad: ¿Porqué John Woo ha terminado por venderse definitivamente a los grandes estudios? Ahora parece que únicamente hace las películas para “contentar” a los ejecutivos, que quieren dejarse de monsergas y ver secuencias de acción, a lo bestia; explosiones, tiros, peleítas de artes marciales, y una banda sonora techno-machacona para terminar de adobar el asunto. El problema es que cuando la acción no tiene base, queda en una aburrida coreografía muy bonita de ver, pero que si se prolonga más de un minutos, resulta insoportablemente soporífera.
Además, el guión escrito por Gorgaris –que también perpetró el de la segunda parte de “Tomb Raider”, así que imagínense…- resulta todo lo gratuito que tendría que evitarse. Es decir, que casi no tiene que pensar para recordar, sino que todo le sale del tirón, precisamente en el momento justo en que tiene que pasarle, y no antes ni después. Perder el tono –un error bastante corriente- a mi me resulta de lo más sangrante e indignante para el espectador, al que se le toma directamente como un idiota que no quiere pensar, sino que únicamente se sienta en la sala de cine para que le den un espectáculo lleno de bombas, explosiones, fuego, y al final, “te quiero mucho, pepita” y “y yo a ti”, y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Con un guión tan tópico, el “muchachito” de la película –es decir, Ben Affleck- queda como una especie de “action-man”, capaz de todas las mayores hazañas, sin despeinarse ni un pelo y sonriendo a lo profiden. Y Uma Thurman, es decir, la “chica” de la historia, una especie de bióloga algo ñoña, pero que en los momentos claves, inexplicablemente, se convierte en Juana de Arco. Si los ingenieros y los biólogos terminan por ser así, que me digan la facultad donde estudiaron, que me apunto ahora mismo, y salgo hecho el mismísimo James Bond.


Federico Casado Reina



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