Ficha película

Título:
Todo o nada
Director:
Mike Leigh
Intérpretes:
Timothy Spall, Lesley Manville, Sam Kelly, Alison Garland, James Corden, Ruth Sheen, Marion Bailey
Calificación:
Crítica

Todos los que descubrimos hace casi una década el talento del realizador británico Mike Leigh nos congratulamos cuando fue internacionalmente reconocido con su justamente famoso film “Verdades y mentiras”, e igualmente los cinéfilos españoles estuvimos muy indignados cuando la más ambiciosa obra de este director, “Topsy-Turvy” –un atípico musical que también consiguió una nominación al mejor guión original para el propio Leigh, en el año 2000- no llego a estrenarse en nuestro país. Pero para resarcirnos, ahora tenemos la maravillosa oportunidad de disfrutar de su siguiente visión a la sociedad británica con menores posibilidades económicas y que ha de luchar segundo tras segundo para poder sobrevivir, en una lúcida mirada y una vuelta de tuerca más a ese movimiento cinematográfico llamado “realismo social británico”, que a diferencia de Ken Loach, apuesta por una estructura de ficción completamente establecida, y tiene una galería de actores profesionales verdaderamente magníficos, a los que Leigh les da rienda suelta para manipular, añadir o cambiar sus respectivos papeles. Destilando además un prodigioso estilo cinematográfico que utiliza todo tipo de recursos –desde los documentales a los ficcionados-, la película tiene una progresión dramática verdaderamente sorprendente, que te agarra el corazón en un puño, sin soltarte en ningún momento, por muy incómodo que pueda ser lo que estemos viendo -que lo es, en muchos casos-.
Un taxista apocado y su esposa, una cajera del supermercado; sus hijos, un problemático chico en paro y una chica que trabaja de limpiadora en un asilo; su vecina, que a su vez tiene una hija que se ha quedado embarazada de un chaval y otro vecino también taxista, cuya mujer tiene problemas de alcoholismo y su hija tiene una moral un tanto “distraída”: estos son los héroes que el director sitúa en el Londres actual, en una verdadera jungla donde la ley de la supervivencia pasa por intentar salvarse manteniendo una dignidad que muchas veces se pierde por el camino. Todos ellos están soberbiamente encajados dentro de ese micro (¿o quizás macro?) cosmos de penurias, necesidades y pequeños triunfos que son tomados como verdaderos balones de oxígeno para seguir viviendo. Pero a diferencia de otros realizadores enmarcados en esta corriente cinematográfica inglesa del “retrato social”, Mike Leigh va mucho más allá que cualquier otro, ampliando los horizontes de las historias, y sin caer en los tópicos de las “moralinas” fáciles o las situaciones increíbles –dentro de esos contextos tan dramáticos-, consigue ensalzar a estos verdaderos titanes de la vida, en su empeño por salir adelante. Y más aún, logra extraer una poética reflexión llena de esperanza por saber que a pesar de las más extremas condiciones de vida, aún queda espacio para la risa, el amor, la alegría y la satisfacción de compartir con otros un futuro, que por negro que pueda parecer, al contrario de lo que dice la famosa “Ley de Murphy” –una broma que no les sentaría nada bien a estos personajes- siempre puede mejorar.


Federico Casado Reina



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