Ficha película

Título:
El Poder del Talismán
Director:
Gordon Chan
Intérpretes:
Jackie Chan, Claire Forlani, Lee Evans, John Rhys-Davies, Julian Sands, Christy Chung, Alex Bao
Calificación:
Crítica

Al igual que el gran lanzador de las artes marciales en el mundo del cine –y casi podríamos decir que en la cultura occidental- fue Bruce Lee, la figura que ha tomado el testigo haciéndolo evolucionar hacia su propio estilo, entre humorístico y de una espectacularidad impresionante sigue siendo Jackie Chan. Y es que a sus casi cincuenta años, las acrobacias son cada vez más complejas y casi increíble, en virtud de un físico prodigioso –se ha recuperado de caídas que le rompieron las dos piernas, entre otras cosas- y una capacidad innata para la comedia, que ya se vislumbraban en sus primeras películas como “La serpiente a la sombra del Águila” o “El mono borracho en el ojo del tigre”.
Repitiendo la fórmula que ya le funcionó en “El esmoquin”, e incluso en “Hora punta”, pero con un toque mucho más “oriental” y profundo, ahora Chan interpreta a un agente de policía que ha de recuperar una mítica joya que otorga poderes sobrenaturales a quien la posee, y evitar además que un jefe mafioso europeo se haga con dichos prodigios para el mal. Si todo ello lo aderezamos con una guapa compañera de investigación que anteriormente tuvo una relación sentimental con el protagonista, y las consabidas escenas de lucha –que ahora además tienen una justificación para su verosimilitud, puesto que Chan tiene un fabuloso medallón que le confiere habilidades sobrehumanas-.
Lógicamente, estamos ante un producto de entretenimiento sin mucha enjundia, y donde vemos con cierto pesar a una promesa malograda del cine –Julian Sands- que se quedó para hacer papeles episódicos en películas comerciales, a raíz de su circunspecto y ceñudo aspecto de malvado, pero que podría haber sido una figura cinematográfica de mayor entidad –recordemos “Una habitación con vistas” o “Warlock, el brujo”-. Pero lo realmente importante del film, es la inocente y honesta vocación, tan directa como la del propio protagonista, sin el que no se entendería un producto tan “naïf” y tan lleno de concesiones a los personajes y a la trama. Todo depende de la habilidad acrobática y el sentido del humor del protagonista, que consigue hacernos sonreír con sus inopinadas dotes de investigación, su delirante lenguaje –algo con lo que juega permanentemente- y el ingenio para imaginar dichas secuencias, que deja en pañales a los especialistas más curtidos en el mundo del cine. Y lo más alucinante de todo, es que no hay dobles para él, porque Jackie Chan es único y sólo él es capaz de saltar tan rápido y tan alto. Todo un disfrute para las navidades que además contiene un liviano –y por supuesto, obvio, como en todas las películas comerciales “made in USA”- mensaje moralizador y emotivo.


Federico Casado Reina



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