Ficha película

Título:
El punto sobre la i
Director:
Matthew Parkhill
Intérpretes:
Gael García Bernal, Natalia Verbeke, James D’arcy, Tom Hardy, Charlie Cox, Tasha de Vasconcelos, Vic
Calificación:
Crítica

Uno siempre está deseando de encontrarse con nuevos creadores, con nuevos directores que aporten elementos originales al mundo del celuloide, que parece haberse estancado en una doble vertiente de la comercialidad fácil o bien en la de los productos tan excesivamente personales, que resultan ininteligibles para el gran público. En medio de ese “continuum”, existen una serie de películas que además de dinamizar intelectualmente al espectador, consiguen también entretenerle, haciendo que el espectáculo cinematográfico se convierta en algo global, uniendo calidad y comercialidad. Esta es, sin lugar a dudas, la vocación de este producto que está bien compuesto y resuelto, aunque puede llegar a ser algo infantil en sus planteamientos, sobre todo cuando se empieza a jugar con el sentido de la realidad y la ficción, con una más que cuestionable estética de video/cine, alternando formatos de una manera algo arbitraria.
El elemento con el que este guionista y escritor juega desde el principio del film es la percepción de la realidad: cuando todo parece ser de una forma, si uno adopta otro ángulo, se convierte repentinamente en otra completamente diferente, y así, los resultados de las acciones cambian su significado radicalmente. Una perfecta pareja que va a casarse y un encantador chico que aparece justo en la “despedida de soltera” de la chica, son el detonante para ir descubriendo paulatinamente las vidas de los personajes desde muchos puntos de vista, sorprendiendo los cambios y giros que se pueden llegar a producir en la historia. Sólo hay un problema: en este curioso juego de las “cajas chinas”, el director ejerce de tramposo profesional, ocultando lo que debería verse, y mostrando precisamente lo que es irrelevante, en un infantil juego del “escondite”, donde nos vemos irremisiblemente inmersos a lo largo de toda la historia. Otro de los elementos negativos –por otra parte, excusable al tratarse de su primera película- es el pésimo pulso narrativo, que durante todo el segundo acto convierte a la historia en auténticamente soporífera, tediosa y exasperantemente lenta, para luego resolver toda la trama al final, a la carrera. Además de estas salvedades y una serie de tópicos imperdonables sobre la cultura española –algo especialmente, chirriante, al ser una coproducción, porque resulta que Natalia Verbeke interpreta a una española, que como todas las españolas, es temperamental… y baila flamenco- también todo el talento de Gael García Bernal –un excelente actor- únicamente sirve para mostrarse encantadoramente insulso con una permanente mueca de preocupación, que únicamente es cambiada por otra de sonrisa boba, completamente inusual en los pícaros registros del actor mexicano. De cualquier forma, y obviando sus pequeños defectos, tiene momentos inteligentemente resueltos y, aunque el director juegue al “escondite” con el espectador, a veces saber ocultarse muy bien.


Federico Casado Reina



©2001. AndaluNet, Diseño y hospedaje de páginas Web