Ficha película

Título:
Swimming Pool
Director:
François Ozon
Intérpretes:
Charlotte Rampling, Ludivine Sagnier, Charles Dance, Marc Fayolle, Jean-Marie Lamour, Mireille Mossé
Calificación:
Crítica

Tan interesante como brillante es la filmografía de este joven director galo, que nos ha regalado verdaderas perlas del cine francés contemporáneo, erigiendo las influencias de Chabrol o Hitchcock de la forma más acertada. Si en “Ocho mujeres”, su anterior trabajo, se permitía el lujo de realizar un complejo experimento al modo de “La soga” o “Marnie la ladrona” –aunque manejando sabiamente los espacios contenidos de una casa aislada-, en esta ocasión da una vuelta a la tuerca a toda la mitología de los escritores de intriga y suspense, a la vez que realiza una sensible y profunda visión al mito de la “Lolita” de Nabokov. La habilidad del realizador galo consiste en trazar un entorno social idóneo para que sobre el personaje principal –una escritora madura algo reprimida- gravite toda la historia con una ejemplar facilidad, vertebrando una estructura que mezcla el “thriller” y el drama social con una asombrosa facilidad.
Pero hay algo que no funciona en la ecuación que Ozon ha intentado formular en su último film: la previsión del espectador. Durante todo el metraje tenemos la capacidad casi meridiana de distinguir los universos que plantea –reales o imaginarios- en la evolución de la historia. De esta forma, todo el suspense del “thriller” queda simplificado por un tono que puede llegar a resultar incluso paródico, desencajado del buen transcurso de un guión que debería haber cuidado mucho más algunas situaciones que rompen el buen nivel de la historia.
Sin lugar a dudas, el enfrentamiento entre la ilusión madura y la insolencia adolescente, entre la consciencia adulta y la inconsciencia juvenil está maravillosamente realizado a través de las dos actrices principales, en un duelo realmente constante y que llega a convertirse en un reto a cada secuencia que ambas actrices –la bellisima Ludivine Sagnier y la no menos atractiva Charlotte Rampling, en una esplendorosa madurez- coinciden. También Ozon tiene la solemne capacidad para definir con cuatro o cinco hábiles trazos los respectivos universos de las protagonistas, realizando igualmente un enorme abismo entre ambos mundos, que obligatoriamente coinciden en una preciosa casa de campo, en el estío francés únicamente suavizado por la espectacular piscina de la mansión, que además será testigo de todo lo que allí sucede dia tras día…y noche tras noche.
Aunque este siempre brillante cineasta ha bajado notablemente el nivel de su anterior film, todas las mejores claves de su filmografía están presentes en esta “Swimming Pool” –Piscina, en castellano- desde donde la escritora protagonista parte para realizar su más comprometida novela, y donde confluyen los deseos, sueños de todos los personajes del film.


Federico Casado Reina



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