Ficha película

Título:
Hasta que la muerte los separe
Director:
Andrew Fleming
Intérpretes:
Michael Douglas, Albert Brooks, Vladimir Radian, Robin Tunney, Michael Bodnar, Lindsay Sloane, Candi
Calificación:
Crítica

Resulta algo penosa la falta de imaginación de los guionistas norteamericanos a la hora de buscar un nuevo éxito comercial: los ejecutivos de las multinacionales quieren algo que ya haya funcionado –para asegurarse- y por otro lado, quieren algo nuevo, fresco. ¿La fórmula? Pues está claro, realizar una nueva versión de una película antigua. “Los suegros” fue un film de 1979 protagonizado por Peter Falk y Alan Arkin, que aunque no era nada del otro jueves, planteaba algo original: que dos suegros tuvieran que aguantarse a pesar de todos los pesares y sus diferencias personales. En tan descacharrante planteamiento encaja a la perfección la renovación de la historia, que añade muchas notas suculentas al desarrollo del film: ahora resulta que el padre de la novia es un podólogo neurótico, y el padre del novio resulta ser un agente de la CIA con un enorme sentido para meterse en los más monumentales complots terroristas internacionales, y escapar milagrosamente indemne de ellos.
El binomio “espías-familia” ya fue tocado muy eficazmente por James Cameron en “Mentiras arriesgadas”, donde un Arnold Schwarzenegger debía ocultarle a Jamie Lee Curtis su cargo en una agencia gubernamental para evitar el terrorismo internacional y en esta ocasión, sin llegar a la brillantez formal del siempre deslumbrante Cameron, Fleming realiza una película digna, con gran sentido del ritmo, y articulando a la perfección todos los recursos cómicos que tiene a su alcance, ya sean a través de un guión coherente, con una banda sonora que subraya muchos fragmentos utilizando canciones realmente idóneas –como en el caso de “Vive y deja morir” de Paul McCartney y los Wings, que formó parte de la película de James Bond del mismo título-, o bien con las dos enormes capacidades de los dos actores protagonistas, tanto Albert Brooks, curtido en la comedia, como Michael Douglas, que sorprende con un registro al nivel de las mejores películas que de este género tiene en su filmografía –como en “Tras el corazón verde” o “La guerra de los Rose”, curiosamente ambas junto a la casi olvidada Kathleen Turner-.
A la postre, y simplificando la gran producción realizada, es una película amable, con moralina, especialmente dedicada al público familiar, y una estructura realmente simple. Pero lo más importante, es que toda esa maquinaria para hacer reir y pasar un buen rato de evasión, aunque a veces utilice un humor demasiado grueso, sencillamente funciona, planteando momentos realmente hilarantes donde las más rocambolescas situaciones –en ambos sentidos- se resuelven de las formas más increíbles y donde todos los personajes, llegan hasta el límite. Un divertimento comercial sin pretensiones, pero divertimento al fin y al cabo.


Federico Casado Reina



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