Ficha película

Título:
Open Range
Director:
Kevin Costner
Intérpretes:
Kevin Costner, Robert Duvall, Anette Bening, Michael Gambon, Michael Jeter, Diego Luna, James Russo,
Calificación:
Crítica

A Costner se le puede tachar de muchas cosas, pero desde luego, es un cineasta mucho más auténtico que la mayoría que alardea a pulmón abierto y que luego se rinde a la comercialidad más prosaica. Debutando en la dirección con “Bailando con lobos” –vista con la distancia del tiempo, a todas luces magnificada- consiguió de un plumazo desempolvar el western más clásico con una película sentida, aunque quizás demasiado retórica, rayando en lo cursi. Desde entonces, su trayectoria interpretativa ha ido cayendo en picado a base de elegir productos cada vez peores, hasta resurgir últimamente con “Los Reyes del crimen” o “13 días”. En cuanto a la dirección, “Waterworld” fue injustamente vilipendiada –no es una maravilla, pero tampoco la infamia que muchos dijeron- y “El Cartero” si que merecía un contundente varapalo, en un abominable ejercicio de egocentrismo injustificable. Con la misma intención que Eastwood en “Sin perdón”, aunque con infinitos peores resultados, Kevin Costner ha intentado hacer la película de su vida, utilizando todos los mejores elementos más clásicos de directores como Ford, Mann o Hawks, para articular una historia de las de toda la vida, con los personajes clásicos –como el cacique local, el vaquero de oscuro pasado y brillante corazón o la mujer madura que espera a su “príncipe azul”- y con una narración verdaderamente austera, directa, sin floritura alguna: cuatro vaqueros llegan con sus reses hasta un pueblecito en el oeste, donde tendrán que enfrentarse con un terrateniente que tiene comprado a todo el pueblo y ahí empezarán los problemas.
Precisamente lo que hace que la película adquiera un tono aburrido y demasiado dilatado en el tiempo, es la proliferación de un barroquismo visual verdaderamente pesado: los planos paisajísticos del oeste se suceden como en un famoso anuncio de tabaco americano, sobrando muchos minutos. Si bien es cierto que el dibujo de personajes es verdaderamente brillante, con una dirección actoral más que acertada y que tiene muchas secuencias que marcarán estilo dentro del género, siendo recordadas en un futuro –como el brutal duelo final entre los protagonistas y los malos, al más puro estilo de “Heat”, pero en el lejano oeste, créanme-, al final todo se ha quedado en un intento precioso, pero fallido para hacer una obra tan densa y compacta como fue “Bailando con Lobos”. A pesar de que Costner está intentando una y otra vez buscar su lugar en el panorama cinematográfico internacional, parece que finalmente no lo está terminando de encontrar. Alabamos este ultimo intento, que ha sido realmente honesto y bien intencionado, pero más le hubiera valido recortar mucho más en la sala de montaje.


Federico Casado Reina



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