Ficha película

Título:
El Misterio Galíndez
Director:
Gerardo Herrero
Intérpretes:
Saffron Burrows, Harvey Keitel, Reynaldo Miravalles, Eduard Fernández, Guillermo Toledo
Calificación:
Crítica

Uno de nuestros más prolíficos productores –que ha cosechado numerosos éxitos internacionales-, Gerardo Herrero, ha elegido a otro no menos exitoso escritor, Manuel Vázquez Montalbán, para dirigir su película más completa, con una producción impresionante, un reparto internacional de lo más florido –incluyendo al gran Harvey Keitel- y un rodaje realizado entre Nueva York, Miami, España, Italia, Cuba y Francia. De esta forma, es lógico suponer unas grandes expectativas para lo que podría haber sido un electrizante “thriller”, articulado en una apasionante historia en la que un sujeto individual –en este caso, una estudiante norteamericana-, se enfrenta con las estructuras del poder político y social más importantes. Pero contra todo pronóstico, Gerardo Herrero pierde literalmente el norte a la hora de vertebrar una historia que no ha sido en absoluto bien adaptada por los guionistas, y que no consigue implicar al espectador en las presuntas motivaciones de los personajes, que a pesar de los denodados esfuerzos de los actores, quedan sencillamente planos, increíbles en su desaforada –e incomprensible, repito- búsqueda de la verdad.
La figura del intelectual exiliado Galindez, y su vinculación con el Partido Nacionalista Vasco durante el gobierno franquista, es el centro sobre el que gravita una historia, que se prolonga hasta la República Dominicana. Los saltos temporales en que se desarrolla la acción, a veces rota tan abruptamente que nos saca de golpe de un seguimiento dramático de la historia, son uno de los elementos que lastran el ritmo de la película, que además tiene un extenso metraje que no se justifica en absoluto. Resulta verdaderamente penoso ver que tan notable esfuerzo en la producción se desaproveche tan miserablemente, que quede sencillamente en la mayor de las inutilidades; sencillamente, esa “búsqueda desesperada de la verdad” no está justificada en ningún momento por ningún personaje, incluyendo a la estudiante protagonista, que inexplicablemente, supedita toda su vida –profesional y personal- por un lejano personaje mártir. Si a todo ello, sumamos una enorme grandilocuencia y pretenciosidad en la realización, tenemos un film grandioso a nivel de producción pero sencillamente vacío, incapaz de emocionar a nadie, lejano y tedioso, lleno de una posición filosófica demasiado generalista y carente de la suficiente “realidad” como para que entremos en los sentimientos de la historia, que siendo real, ha sido simplificada de toda importancia a base de no justificar lo que vemos en la pantalla. Una verdadera pena, no ya para la trayectoria como director de Herrero, cada vez más depauperada, sino para todo el cine español, que desaprovecha miserablemente sus mejores recursos con productos como éste.


Federico Casado Reina



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