Ficha película

Título:
Human Nature
Director:
Michel Gondry
Intérpretes:
Tim Robbins, Rhys Ifans, Patricia Arquette, Ken Magee, Mary Kay Place, Robert Forster, Hillary Duff
Calificación:
Crítica

Cuando uno admira una obra de arte, siempre tiene que estar abierto a la experimentación, a la creatividad, a las nuevas aportaciones que, innovando bien en técnica o bien en contenido, enriquezcan el mensaje transmitido. Pero cuando las innovaciones en vez de engrandecer dicho mensaje lo entorpecen, lo hacen más difícilmente transmitible, es un manifiesto paso atrás. Por eso no termino de entender el presunto “estrellato” del guionista Charlie Kaufman: si bien es cierto que dio un punto de partida original y divertido en “Cómo ser John Malkovich”, sus recursos humorísticos y trascendentales en sus guiones no han funcionado, ni en la mencionada cinta, ni en “Adaptation”, un verdadero espanto. En esta ocasión no hace más que intentar satirizar argumentos venidos de las películas de Tarzán, o más intelectualmente hablando, “El pequeño salvaje” de Truffaut, donde un ser humano que es criado por monos, es reciclado por un científico, demostrando que la educación y la formación puede lograrlo todo.
El problema de este film, es que las licencias que Kaufman se toma para plasmar su delirante universo cambian de tono constantemente, de ser una comedia sexual, a una reflexión trascendental sobre la vida o la naturaleza humana. Dichas piezas no encajan ni con el discurso general, ni con la presunta y divertida estructura cómica del film, que llega al mayor extremo posible, resultando fuera de tono en todo momento. Ni siquiera las esforzadas interpretaciones de Robbins, Arquette o Ifans consiguen salvar un entuerto ciertamente increíble y fuera de madre desde el primer momento. ¿Desmadre en una película? Por supuesto, es algo que llega como lluvia de mayo en muchas ocasiones, funcionando como revulsivo para ver algo original. Pero cuando esa búsqueda desaforada de la “originalidad” se hace sin ton ni son, intentando hacer que funcionen piezas que no encajan, todo queda en un malo y sórdido esperpento que ni hace gracia, y mucho menos consigue hacernos reflexionar. Entre la pretenciosidad de Kaufman, y la inexperiencia del director –un prestigioso realizador de videoclips de Björk o Massive Attack- se ha llegado a un producto final tan simplón como previsible, en una sarta de bromas y chistes de sobra conocidos.
Por eso, cuando la evolución en un género cinematográfico más que eso supone una verdadera involución, por culpa de la arrogancia intelectual de algunos que se creen directamente genios, más vale voler a las estructuras más clásicas de comedia y de cine, que aunque algo manidas, si que funcionan y a la postre, hacen reír, que es lo que debe buscar toda comedia que se precie. Y se rie uno de lo que tiene gracia, no de lo “raro” o lo que “se sale de la norma”. Claro que a lo mejor es que eso sucede en la sociedad norteamericana, porque lo que es en la española…


Federico Casado Reina



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